PUERTO MADRYN (AN).- No hubo lugar para las sorpresas en la Copa ACLAV de voley. El poderosísimo campeón Bolívar despachó a Gigantes del Sur por 3-0 y se metió casi caminando en la final de la competencia, que jugará por segundo año consecutivo, esta vez ante el anfitrión Chubut. (ver aparte)
El sueño de pegar el batacazo quedó en la nada para el sexteto de Grossi, que se metió entre los mejores cuatro cuando nadie lo espera, después de vencer a Chubut, ya clasificado, por 3-1 el jueves por la noche, y verse beneficiado por la victoria, 3-2, de Belgrano sobre Misiones.
Pero el equipo de Weber bajó a tierra a los neuquinos con un contundente resultado (25-18, 25-22 y 25-19) que no hace más que reafirmar la diferencia que existe entre Bolívar y los demás equipos, aún con Gigantes, subcampeón de la Liga.
El conjunto de Grossi peleó todos los arranques de set e incluso en el primero y segundo parcial llegó arriba en los dos tiempos técnicos.
Pero Bolívar comenzó a sacar diferencia y a complicar de lo lindo con el servicio. Aunque tuvo varios errores (sumó 9 en el capítulo 2 y 8 en
el tercero), el sexteto de Weber sacó mucha diferencia con esa arma e incluso promedió tres aces por set.
Para colmo, Grossi tuvo la mala noticia de que Martín Hernández, mareado y con problemas hepáticos, dijo basta apenas comenzaba el segundo parcial, cuando era el hombre más peligroso de los neuquinos. Es más, jugó la mitad del partido y terminó como goleador de Gigantes.
A esa altura era demasiada diferencia y Bolívar seguía pegando, y de lo lindo, con Wallace, Gabriel Arroyo, Guillermo García, más la determinante figura del líbero Pablo Meana.
Gigantes no bajó los brazos, defendió con dientes apretados y atacó con criterio. Pero nada se podía hacer, porque la diferencia con el campeón es bastante amplia.