"Así mejor", dijo Roger Federer, que no recordó en absoluto lo que sufrió en tercera ronda ante el serbio Janko Tipsarevic, al que derrotó en cinco sets tras cuatro horas y media.

Ayer venció al checo Tomas Berdych por 6-4, 7-6 (9-7) y 6-3 y se metió en los cuartos de final, instancia a la que también accedieron el estadounidense James Blake, su próximo rival, el serbio Novak Djokovic y el español David Ferrer.

"Fue un partido duro. Siempre que juego contra él es difícil. Golpea muy bien, tiene un gran servicio. Hay que tener mucho cuidado", dijo el suizo.

Su rival ahora será Blake, que venció al croata Marin Cilic por 6-3, 6-4 y 6-4. Los pronósticos son esperanzadores para Federer, que lidera el balance de enfrentamientos ante el estadounidense por un abrumador 7-0.

Berdych tuvo una oportunidad de ganar el segundo set. Se puso 3-0 arriba y con su saque. Pero el suizo despertó, igualó la diferencia y se quedó con el parcial en tie break. "Gracias a Dios no ganó porque si no, uno no sabe lo que podría haber pasado", admitió el actual campeón en Melbourne.

En el partido que cerró la jornada, la hinchada local se quedó sin el ídolo Lleyton Hewitt, último representante "aussie" en Melbourne. Djokovic, tercer favorito, mostró sus credenciales de favorito al ganarle por 7-5, 6-3 y 6-3.

"Lleyton siempre da todo en este torneo", dijo el serbio. "Seguramente estaba cansado

después del partido con Baghdatis", dijo recordando el largo duelo que Hewitt ganó en la madrugada del domingo.

El rival de Djokovic, que no ha perdido aún ni un set en todo el torneo, será David Ferrer, quinto favorito, que ayer derrotó a su compatriota Juan Carlos Ferrero por 7-5, 3-6, 6-4 y 6-1.

Hoy en busca de las semifinales, Nadal chocará con Jarkko Nieminen, al que ha derrotado en sus tres precedentes duelos. Si el español supera al finlandés se mediría con el ganador del choque entre el francés Jo-Wilfried Tsonga y el ruso Mikhail Youzhny, que también juegan hoy.