PARÍS (AFP/BBC) - El presidente colombiano Álvaro Uribe insistió en el carácter "terrorista" de las FARC y en su voluntad de combatirlas como tal, aunque destacó que ahora está dispuesto a un acuerdo humanitario, tras reunirse el lunes en París con su homólogo francés Nicolas Sarkozy.
Uribe, dijo incluso a la BBC que podría aceptar la presencia de una "fuerza internacional" en una zona rural de su país para negociar el canje humanitario. "Creo que no habría inconvenientes en aceptar también una fuerza internacional si fuera necesario, porque la buena fe de nuestra política de seguridad es total", señaló el presidente colombiano a la emisora británica.
Uribe se dispuesto mostró incluso dispuesto a permitir que las FARC designen negociadores y a levantar las órdenes de captura contra ellos si la organización ingresa en un proceso de diálogo, aunque las últimas declaraciones de los guerrilleros parecen alejar esa chance.
"Como alternativa al reconocimiento de beligerancia, en el momento en que las FARC quieran entrar a una negociación, el gobierno colombiano está dispuesto a reconocerles voceros políticos, a quienes se les levante la orden de captura para facilitar que participen en el diálogo", explicó a Radio Francia Internacional.
La cuestión las FARC creó en las últimas semanas tensiones entre Colombia y Venezuela, donde la Asamblea Nacional reconoció a esa guerrilla, y a la del ELN, el estatuto de grupos beligerantes, conforme a una propuesta del presidente Hugo Chávez. Ya el domingo, en un primer encuentro con la prensa a poco de llegar a París, Uribe usó términos como "terrorismo", "narcotráfico" y "crimen" al referirse al accionar de las Fuerzas Armadas revolucionarias de Colombia.
Ayer, antes de entregar los escasos detalles sobre su encuentro con el presidente francés, Uribe llamó la atención sobre las imágenes de guerra en la selva y acciones
de la policía que se proyectaban en la sala de la Casa de América Latina, donde tuvo lugar la conferencia de prensa.
Uribe realiza en París la primera etapa de una gira por
Europa, que comprende también Bruselas, Madrid y Davos, en Suiza. Uribe destacó el carácter "constructivo" y lleno de "franqueza" de su encuentro con su colega francés, antes de recordar que en una visita que efectuó a París cuando aún era presidente electo, Sarkozy, por entonces ministro, expresó su apoyo a la política de "seguridad democrática".
Sarkozy "entendió que yo había sido elegido como una rebelión del pueblo colombiano contra el terrorismo que tanto ha maltratado a los colombianos", subrayó Uribe. La guerrilla "tortura a los secuestrados de la misma manera que en los campos de concentración de Europa se torturó a los judíos", ilustró.
No obstante, el presidente colombiano hizo hincapié en mostrarse en una posición más abierta frente a un acuerdo humanitario -para canjear presos de las FARC por rehenes en manos de esa guerrilla- que la que tenía en el momento de ser elegido. "Después de hablar con los familiares de los secuestrados y delegados internacionales, acepté cambiar esa posición. Acepté trabajar por ese acuerdo humanitario sin exigir el cese de las hostilidades", recordó.
"Estamos dispuestos a un acuerdo humanitario, pero con el buen cuidado que no facilite la recuperación del terrorismo", puntualizó. "Con el mismo nivel de ferocidad con que enfrentamos el terrorismo, estamos dispuestos a negociar la paz", agregó.