La tormenta que obligó ayer a la madrugada a evacuar algunas zonas de la provincia de Buenos Aires, y que causó la caída de 71 árboles sólo en la Capital Federal, provocó daños materiales de distinta índole en casas y au

tomóviles, informaron fuentes gubernamentales. Con vientos de más de 55 kilómetros por hora y 22,8 mm de agua caída hasta las seis de la mañana, la tormenta derribó 71 árboles y causó el corte del servicio de 23 semáforos.

Algunos de los semáforos fueron reparados por personal de Guardia de Auxilio durante la mañana, informó en un comunicado el Ministerio de Desarrollo Urbano. Por la tarde permanecían apagados ocho semáforos, pese a que personal de la Guardia Urbana continuaba trabajando para normalizar la señalización vial en los barrios más perjudicados. Con todo, en la ciudad de Buenos Aires, "no hubo que lamentar heridos ni lesionados ya que la tormenta se desató en un horario en que había poca gente en la calle", dijo el director del Sistema de Atención Médica de Emergencia, Alberto Crescenti.