ROCA (AR).- "En realidad sólo los últimos veinte minutos estuve perdido", aseguró ayer Alberto Ortiz, el roquense que el lunes fue hallado después de permanecer extraviado más de 30 horas en cercanías del volcán Copahue. Por su parte, autoridades que participaron en su búsqueda advirtieron sobre los peligros que corren los turistas que se aventuran a realizar este tipo de travesías sin asumir las mínimas prevenciones y remarcaron el alto costo de los operativos.

Recién llegado a esta ciudad, Ortiz, narró la experiencia que lo tuvo como protagonista al emprender el ascenso al volcán, una proeza para la cual no estaba ni equipado, ni preparado. "Rodeé el volcán y subí a la parte más alta de la cumbre pero ya estaba todo nublado, no podía divisar un lugar para bajar y tuve que hacer noche arriba, al reparo de las piedras", contó el hombre, quien afortunadamente fue encontrado en buen estado de salud.

El turista, de 47 años, viajó la semana pasada a Caviahue para disfrutar unas cortas vacaciones junto a sus familiares, quienes el domingo participaron de una excursión guiada, a la cual él decidió no acompañarlos. Por eso, al mediodía salió solo, con intenciones de llegar al hito de la frontera argentino chilena. Transcurridas varias horas de su partida, sus parientes radicaron una denuncia y desde ese momento se montó un espectacular operativo de búsqueda que incluyó la participación de patrullas integradas por civiles, policías, gendarmes, municipales, miembros del centro de esquí y empleados de Termas, entre otro personal, según detalló el subcomisario Enzo Millahual, jefe de la Comisaría 40 de Caviahue.

El uniformado precisó que 30 efectivos policiales se sumaron a las acciones de búsqueda, en lo que fue un inusual despliegue de rescatistas que se movilizaron a pie, a caballo, en vehículos particulares y "hasta en un helicóptero que consumió un tanque de gasolina sobrevolando la zona".

Afortunadamente, cerca de las 20 del lunes, a escasa distancia del área urbana, Ortiz fue encontrado en buen estado, ya que "tenía abrigo, chocolates y una botella de agua", que le ayudaron a sortear la situación.

Las buenas condiciones climáticas que existieron durante el tiempo que estuvo extraviado, impidieron que las consecuencias fueran mayores, aunque en la noche del domingo la temperatura en la zona del cráter fue de alrededor de 0 grado.

"No dormí mucho y estuve esperando que amaneciera para buscar un sendero para descender", explicó el hombre. "No fui como andinista, yo no tengo ni entrenamiento, ni experiencia como montañista", reconoció.

Por su parte, Millahual recordó que "los turistas salen creyendo que es fácil, no tienen conocimiento de la zona y no toman recaudos". Advirtió que este tipo de operativos "tienen un costo importante y movilizan gran cantidad de recursos y personal", aunque podrían ser evitados si fueran más prudentes".