Jueves 17 de Enero de 2008 Edicion impresa pag. 32 > Policiales y Judiciales
Tres procesados porun crimen en Mainqué
La víctima fue atacada en diciembre con palos y herida mortalmente con un cuchillo. Los tres detenidos, entre ellos una mujer de 53 años, continuarán detenidos.

ROCA (AR).- La situación de dos hombres y una mujer que habían sido detenidos como sospechosos de haber participado en un crimen ocurrido en diciembre pasado en Mainqué se complicó en las últimas horas, luego que el juez Rubén Norry les dictara el procesamiento y la prisión preventiva.

El trío está acusado de haber atacado el 13 de diciembre con palos y un arma blanca a Juan Sebastián Luengo Salazar, quien murió a pesar del esfuerzo de los médicos que alcanzaron a atenderlo. Los procesados son Félix Arraigada (67 años), Margarita Carriqueo (53) y José Alfredo Marín (55).

Según la acusación, la víctima se encontraba en la habitación de una vivienda situada en calles 8 y 27 de Mainqué, cuando a las 20 de ese día ingresaron los tres sospechosos.

Arraigada llevaba en sus manos un rebenque y en su cintura un cuchillo; Carriqueo llevaba un cuchillo con mango de alpaca y un palo; mientras que Marín tenía un palo y un banco de madera de tres patas. "De ese modo agredieron a Luengo Salazar; quien a su vez se habría defendido con otro palo con el cual golpeó en la cabeza a Arraigada, pero no pudiendo evitar que éste le clavara el cuchillo en la región del tórax provocándole la muerte".

Siempre según la acusación, antes de ello, Carriqueo y Marín (éste con el banco de tres patas) golpearon a la víctima en la cabeza. "Caída la víctima, los tres se retiraron del lugar. Carriqueo y Marín a la casa de aquella que se encuentra lindante, y Marín en una bicicleta en dirección desconocida. En la casa de Carriqueo, ayudado por ésta, Arraigada permaneció oculto hasta ser detenido por personal policial. Entre los almohadones de un sillón de pana se encontró el rebenque utilizado por Arraigada, y en el patio el cuchillo cabo de madera que éste utilizara para darle muerte a Luengo".

En su declaración, Arraigada reconoció haber apuñalado a la víctima, aunque señaló que no tuvo la intención de matar, sino de defenderse.

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