JENIN, Cisjordania (AFP).- Cinco palestinos, tres de ellos de una misma familia, y un jefe militar del grupo radical Yihad Islámica murieron ayer en ataques del ejército israelí en Gaza y Cisjordania, un día después de una jornada sangrienta y pese a las negociaciones de paz en curso.

Estas operaciones caldean los ánimos después de los 19 muertos en la incursión israelí del martes en la franja de Gaza, la más sangrienta en más de un año. Entre las víctimas figuraba el hijo de uno de los jefes más influyentes de Hamas, Mahmoud Zahar, y otros 12 militantes del grupo radical.

A raíz de este ataque, el presidente palestino Mahmoud Abbas habló por teléfono con un responsable de Hamas por primera vez desde que el movimiento islamista tomó el poder en la franja de Gaza en junio pasado. Abbas llamó a Mahmoud Zahar para darle su pésame, comentó un responsable de Hamas que pidió el anonimato.

Sobre el terreno, Amer al Yazji, de 36 años, su hijo Amir, de 13, y su hermano, Mohammed, de 25, circulaban por el centro de Gaza cuando su automóvil fue blanco de un misil israelí, afirmó una fuente médica. Otras tres personas resultaron heridas.

En un mensaje, la Yihad Islámica afirmó que las víctimas del ataque dirigido contra sus militantes eran "civiles". "El ejército israelí reconoció que un vehículo, que estaba cerca del objetivo, fue alcanzado por error durante una operación contra terroristas en la franja de Gaza. Se ha abierto una investigación". Al anochecer, dos palestinos murieron y tres resultaron heridos durante un ataque aéreo en la franja de Gaza, anunciaron fuentes médicas palestinas. Estos palestinos circulaban en coche cerca del campamento de refugiados de Al Bureij cuando fueron atacados, agregaron.