En la jornada de ayer, el cuadro femenino vio a la belga Justine Henin sufriendo algo más de lo esperado, y a la rusa Maria Sharapova terminando con Lindsay "Mamá" Davenport.

La Nº 1 del mundo pasó por encima a su rival en el primer set, pero perdió la concentración en el segundo para terminar imponiéndose por 6-1 y 7-5 a la rusa Olga Puchkova.

"No soy una gran fan de las primeras rondas en los Grand Slams", admitió. "Pero una tiene que ganarlas. Podría haber cerrado un poco antes el partido, y no lo hice. Trataré de seguir concentrada en las cosas importantes y prepararme para el próximo partido".

La número uno del mundo, que ya lleva lleva 30 victorias consecutivas, jugará su próximo duelo ante la italiana Francesca Schiavone.

Sharapova por su parte, dejó en el camino a Davenport, que regresó al circuito hace cinco meses de forma sorprendente, apenas unas semanas después de dar a luz.

La norteamericana se impuso en tres de los cuatro torneos que disputó hasta ahora, pero no pudo superar el mayor test al que se enfrentó desde su regreso: Sharapova. La rusa dio una dura lección y la venció por un claro 6-1 y 6- 3.