Sábado 12 de Enero de 2008 Edicion impresa pag. 16 > Regionales
Prepotencia

ROCA (AR).- Intolerancia. Eso fue lo que mostraron ayer los trabajadores rurales. Por casi media hora, la zona más céntrica de la ciudad fue tierra de nadie, cuando los obreros decidieron cortar la avenida Roca y Tucumán.

El personal de la municipalidad abandonó el operativo que había montado en las calles aledañas, dejando a los automovilistas a merced de los manifestantes, que mostraron una inusual violencia con los que nada tenían que ver con el conflicto gremial que mantienen.

Minutos antes de las 13, una mujer a bordo de un vehículo de color blanco, no advirtió la protesta y se encontró con una veintena de trabajadores golpeando el capot de su auto.

No tuvo tiempo ni de preguntar qué era lo que pasaba. "Estamos luchando por nuestros derechos", le gritó un trabajador con una gorra de UATRE, mientras que el resto intentaba tomar el rodado desde el paragolpe para que el auto retrocediera.

A esa altura, la mujer estaba desesperada. No podía dar marcha atrás. Otro hombre, de unos 35 años, se acercó hasta la puerta de la conductora y todos pensaron que intentaría colaborar con ella. Pero no fue así. El dirigente multiplicó los gritos y comenzó a patear los neumáticos.

Cuando la mujer pudo poner en marcha el auto, dobló por el bulevar nuevamente con dirección a 9 de julio y escapó despavorida.

No había agentes municipales, ni policías que la protegieran.

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