NEUQUÉN (AN)- Andrés Muñoz, el único detenido por el asesinato de Manuel Bustingorry, se negó a declarar y su situación es muy comprometida, según coincidieron en señalar fuentes judiciales y policiales. En tanto se consolida la hipótesis de que fue un crimen pasional, ya que al parecer el imputado no aceptaba que su ex mujer mantuviera una relación con la víctima.

Incluso se está investigando si Muñoz (42 años) vigiló los movimientos de su ex pareja la noche anterior y la mañana previa al crimen. También se trata de establecer si esperó el momento más propicio para atacar a Bustingorry (48) con un cuchillo de cocina de grandes dimensiones, en el interior de un consultorio del hospital de El Chocón. Le habría aplicado por lo menos cuatro puñaladas.

Por otra parte se confirmó que poco antes de cometer el crimen, golpeó con brutalidad a su ex pareja y le habría provocado la fractura del tabique nasal. La mujer, cuya identidad no trascendió, está aún internada.

El día después del asesinato, El Chocón seguía conmocionada por la muerte del dueño de las tierras en las que se asienta la villa junto al lago Ezequiel Ramos Mexía. El crimen se convirtió en el tema obligado de conversación y fueron muchos los que se acercaron a acompañar a la familia de la víctima.

En base a fuentes judiciales, policiales, del ámbito político y gremial, "Río Negro" pudo saber que Muñoz estaba separado desde hacía por lo menos cuatro meses de su esposa. El imputado es un ex dirigente del gremio ATE que trabajó en el hospital de Senillosa y desde hacía ocho años se había establecido en El Chocón, y era empleado del centro asistencial.

Algunas fuentes indicaron que la ex esposa lo había denunciado varias veces por episodios de violencia familiar. Otras indicaron que el acusado sufría problemas de alcoholismo y había hecho un tratamiento de rehabilitación.

Todos los consultados coincidieron en que Muñoz y su mujer se distanciaron hace por lo menos cuatro meses. Y que tiempo atrás ella inició una relación con Bustingorry, también separado.

¿Bajo vigilancia?

De acuerdo con una versión que circula en El Chocón, la noche del miércoles la ex mujer de Muñoz fue como siempre a encender las luces y las alarmas en unas cabañas que tiene a su cuidado. Y desde allí se habría ido a la casa de Bustingorry. El imputado la habría seguido y observado sus movimientos. La policía dijo que estos detalles aún no fueron corroborados.

A la mañana siguiente, Muñoz habría visto regresar a su ex mujer. Entonces la increpó, le reprochó su relación con Bustingorry y la golpeó con ferocidad.

Un rato más tarde, el sospechoso se cruzó con Bustingorry. Una fuente policial dijo que "se saludaron pero no pelearon ni hubo amenazas, por lo menos no lo tenemos acreditado".

Alrededor de las 10 del jueves, Bustingorry asistió al hospital de El Chocón. Iba a hacerse revisar de un golpe en una pierna que había sufrido conduciendo su camioneta. Pasó a un consultorio donde lo atendió una médica.

Muñoz llegó poco después, se metió en el consultorio y atacó a Bustingorry con un cuchillo de cocina de grandes dimensiones sin que la médica lograra detenerlo. Las versiones indican que le aplicó por lo menos cuatro puñaladas. Una le seccionó la arteria aorta y fue mortal.

En seguida llegó la policía y lo redujo. Ahora está detenido en Cutral Co.

Ayer a la tarde designó a la defensora oficial de turno Marisa Mauti y se negó a declarar ante la jueza Beatriz Martínez, quien tiene plazo hasta el 25 de este mes para resolver si le dicta el procesamiento con prisión preventiva.