Sábado 12 de Enero de 2008 Edicion impresa pag. 28 y 29 > Internacionales
En familia, Clara y Consuelo relatan detalles de su pesadilla en la selva
Caminaron 20 días antes de ser liberadas. Hubo frustrado intento de fuga con Betancourt.

CARACAS (AFP).- Las ex rehenes colombianas, Clara Rojas y Consuelo González, entregadas pasaron en un hotel de Caracas junto a sus familiares la primera noche en libertad, tras un cautiverio de seis años, mientras continúan las revelaciones sobre el operativo en la selva y las durísimas condiciones a que fueron sometidas en estos años de cautiverio.

Clara Rojas y Consuelo González están en un hotel cinco estrellas donde están alojados también sus familiares desde el 27 de diciembre y pasaron allí su primera noche en libertad e intimidad.

Ayer, las dos familias permanecían en sus habitaciones y ninguno de ellos bajó a tomar el desayuno.

En el hotel se observaba escaso movimiento y los empleados se mostraban reacios a dar detalles sobre las liberadas, porque "son clientes protegidas" y el tema se trata como un asunto de Estado.

La prensa venezolana saludó la liberación de las dos mujeres con grandes titulares y fotos del encuentro con sus familiares. El diario oficialista Vea publicó en cambio en su primera página una gran foto del jefe de las FARC, Manuel Marulanda, con el siguiente titular: "Marulanda cumplió con Chávez".

Pese al hermetismo, radios colombianas dialogaron con las ex rehenes.

 

Huida con Betancourt

 

Clara Rojas reveló a la radioemisora colombiana Caracol que para su liberación debieron caminar durante veinte días por la selva, y dijo que estaba "agotada" pues no había podido dormir bien.

Agregó que que quiere regresar pronto a Bogotá para buscar a su hijo Emmanuel, de tres años y medio, nacido en cautiverio de una relación consentida con un guerrillero.

Rojas aseguró que intentó huir del cautiverio junto con la política colombo-francesa Ingrid Betancourt, pero que se extraviaron en la selva. "Nosotras empezamos a planear (la huida) y cuando se presentó la oportunidad nos fuimos, pero no contamos con suerte porque nos perdimos", narró Rojas en entrevista con la radio colombiana La W.

"No alcanzamos a llegar muy lejos y salir del círculo (de la guerrilla) en que estábamos, por que los hicimos de noche y las condiciones de la selva", agregó.

La ex rehén dijo que para hacerlas desistir de su idea los guerrilleros les mostraban en los campamentos los animales que estaban en la selva. "Nos asustaban con tarántulas y culebras y empezaban a contarnos historias de gentes que se han perdido en la selva", manifestó.

Rojas indicó que ese intento de fuga no fue el único y que algunos otros rehenes de las FARC trataron también de escapar. Después de que eran recapturados, la guerrilla castigaba a los prófugos colocándoles cadenas.

"Nos ponían las cadenas, primero durante unos quince días, y luego nos las dejaban sólo en las noches", puntualizó.

Consuelo González, por su parte, relató que desde que quedó libre "no he hecho sino conversar con mis

hijas hasta altas horas de la madrugada. Disfrutar la simpatía de (mi nieta) María Juliana. Compartir la experiencia que hemos vivido tanto ellas como nosotros, tratando de recuperar el tiempo perdido"

Reveló que durante el cautiverio, "en el momento que conozco de la muerte del "Negro", de Jairo (Perdomo, su esposo) siento que se me derrumba todo, siento que no tiene salida ya mi vida y mi situación cada día es más complicada, porque a raíz de la muerte de "Negro", se desestabiliza todo en la casa. María Fernanda mi hija menor se va del país... le provoca a uno gritar, salir corriendo, pero al mismo tiempo entiende que nada de eso va a solucionar el problema... Decirle a la guerrilla 'me pasó esto' es tiempo perdido, porque para ellos eso es absolutamente normal".

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