El rostro feliz de Miguel Micó lo decía todo. Racing no fue una luminaria, incluso en algunos pasajes del partido fue superado por San Lorenzo. Pero la "Academia" se dio el lujo de llevarse la primera alegría de un 2008 donde la tendrá que pelear, y mucho.

El 1-0 del final quizá fue demasiado precio para el equipo de Avellaneda que, de todas formas, mostró algunas perlitas interesantes, como el buen pie de Claudio Fileppi. El único gol cayó desde la "terraza" y fue obra del joven lateral Diego Menghi.

Salta fue escenario de un juego atípico en el arranque de la seguidilla de cotejos estivales. Esta vez, para disfrute de los espectadores, los presentes y los televidentes, Racing y San Lorenzo ofrecieron un primer tiempo lejos del tedio. Fue de ida y vuelta, bastante bien jugado, con situaciones en los dos arcos y emociones varias.

No fue justo que la "Academia" se retirara al descanso en ventaja (1-0), pero ésto es fútbol. Las piernas duras y la falta de contacto con el balón se notaron apenas en los primeros 10 o 12 minutos. A partir de ahí las llegadas se sucedieron e incluso fueron más del lado "Santo". Los dos equipos mostraron sus mejores dotes por el sector izquierdo: Racing con Fileppi, San Lorenzo con Torres.

El "Ciclón" tuvo cuatro situaciones entre los 16 y los 19: dos veces le ganó Hilario Navarro a Claudio Acosta, en otra no llegó el delantero y en la restante Torres cabeceó y el '1' estuvo brillante.

Racing reaccionó con las llegadas y los disparos de Fileppi, hasta que sobre los 38 cayó un córner, Bernardo Romeo lo perdió a Diego Menghi, pero el lateral no perdió de vista la pelota y la depositó en el arco con un certero frentazo. Orión, nada que hacer.

Pero todo lo bueno que produjeron en esos 45 iniciales, se diluyó en los siguientes. Ese segundo tiempo fue un verdadero bodrio, el fiel reflejo de lo que generalmente ofrecen los equipos argentinos cuando están en pretemporada.

Porque en realidad no pasó absolutamente nada. Los arqueros lanzaron decenas de bostezos y el tránsito del balón sólo se dejó ver por la mitad de la cancha.

Racing se conformó con ofrendarle a Miguel Micó el primer triunfo de esta nueva era. San Lorenzo apenas si pateó dos o tres veces al arco de Navarro, que tuvo una gran intervención en un tiro libre del rendidor Torres. Y el partido se fue así, sin penas ni glorias.