CIPOLLETTI (AC).- El taxista cipoleño que mató a un hombre durante la madrugada de año nuevo deberá enfrentar otra causa judicial. Se confirmó que la sustancia que transportaba cuando fue detenido por la policía, era cocaína de máxima pureza.

La droga, por un total de diez gramos, estaba repartida en cinco unidades compactadas, lo que en la jerga cotidiana se denomina "tizas". Según informó la jueza de turno, Alejandra Berenguer, los peritajes fueron realizados por personal de la sección Drogas Peligrosas de la policía Federal.

La magistrada adelantó que "considerando la ley vigente se dará intervención a la fiscalía a los fines de establecer la competencia, toda vez que correspondería la intervención del juzgado Federal por infracción a la ley de estupefacientes".

Trascendió que Pablo Castro, de 36 años, llevaba la cocaína en uno de sus bolsillos por lo que los investigadores tratan de establecer si las tenía para su consumo o para comercializarlas con el denominado sistema de "delivery".

Esta última alternativa contrasta con la declaración del imputado quien habría dicho que esa noche salió de su domicilio rumbo a la casa de un familiar para llevar unos CD y arreglar una cubierta del taxi.

En ese momento viajaba en el auto con la hija de su pareja, 3 sobrinos y su hijo de 8 años. Cuando fue detenido, una hora más tarde en un camino de chacras cerca del barrio Labraña, estaba acompañado de su hermano y el taxi ya no tenía el cartel luminoso que identificaba la empresa a la que pertenecía.

Para la abogada de la familia de Antonio Rodríguez (39) que murió por el balazo de una arma calibre 11:25, Marta Cranzi, la situación del único detenido "es muy comprometida".