BUENOS AIRES (ABA). - El sector ortodoxo de los radicales K hizo ayer un fuerte posicionamiento durante el acto de puesta en funciones del ex intendente neuquino, Horacio Quiroga, como subsecretario de Asuntos Institucionales.
A la derecha del flamante funcionario de Relaciones Exteriores se ubicó el vicepresidente, Julio Cobos, y en la primera fila estuvo el mandatario santiagueño, Gerardo Zamora, otro de los mandatarios de la UCR aliados al gobierno nacional.
El canciller Jorge Taiana subrayó que la designación de Quiroga "es una muestra de que la concertación está activa y funcionando...Quiroga no es sólo un hombre que proviene del radicalismo sino también del interior y conoce sus necesidades".
También estuvieron en un concurrido Palacio San Martín el gobernador Jorge Sapag -quien evidenció la sintonía que maneja con la actual administración central-, el jefe comunal de Neuquén Martín Farizano, el funcionario de Cancillería Eduardo Sigal y el director del Sistema de Medios Públicos, el radical Gustavo López. Pero el tema relevante para los observadores fue la reacción de los llamados K ante los cuestionamientos internos que dejan filtrar algunos cuadros acerca de que esperaban un rol más elevado (léase cargos) en el gobierno de Cristina. "Nosotros no tenemos la necesidad de cubrir espacios", afirmó Cobos, quien rechazó que exista molestia en un sector de los K por su escasa participación. "Bajo ningún punto de vista- reaccionó el vicepresidente- Esto se hace por convicción no por conveniencia, mañana (por hoy) viajamos a Mendoza porque asume mi ex vicegobernador como titular del Instituto Nacional Vitivinícola".
Justamente se señala que salvo el caso de Quiroga; Cobos fue uno de los pocos recompensados por su campaña a favor de la continuidad kirchnerista con representantes en Infraestructura y un sector administrativo del senado (que preside).
Quiroga compartió la postura de Cobos, y fue más allá al describir el cuadro interno de su partido: "Esta es una sociedad a la que le encanta el vértigo, queremos resultados cada cinco minutos. La Concertación en Chile empezó siendo una necesidad electoral para impedir que Büci (el representante de Pinochet continuara en el gobierno en la democracia). Después se dieron cuenta que además de ser una herramienta electoral era una herramienta de gobierno y permitió que los primeros dos presidentes fueran de la Democracia Cristiana y los dos siguientes socialistas... ¡Hay que darle tiempo al tiempo! La experiencia de gobierno y compartir responsabilidades nos va a permitir ir combinando el concepto plural de la mano de la eficiencia.
-¿Comparte los lineamientos de la política exterior? -Le preguntó "Río Negro".
-Creo que está en permanente observación y tiene que estar vinculada con la defensa de la Nación. Hay que salir al mundo competitivo con estrategia que existe especialmente en la vocación de la presidenta Cristina Kirchner en contribuir al fortalecimiento del Mercosur.
-¿Coincide con la cuestionada alianza con el presidente venezolano Hugo Chávez?
-Hay que tener en cuenta los intereses, algunos lo plantean desde la simpatía o antipatía pero hay que hacerlo desde el punto de vista de la Nación preservando su dignidad, si tomamos como referencia la personalidad o característica de un presidente es posible que encontramos la subjetividad, pero debemos buscar la objetividad vinculada con los intereses de la república.