CIPOLLETTI (AC).- La dirección de Tránsito de la ciudad quiere reordenar el funcionamiento de las academias de conducción. Actualmente los "aprendices" circulan sin carne por todo el radio céntrico.
Con ese objetivo está elaborando un proyecto de ordenanza para, entre otras cosas, designar un circuito fuera del casco urbano en donde los alumnos puedan realizar las prácticas y asé evitar los riesgos de posibles accidentes.
La Ley Nacional de Tránsito 24.449 permite la circulación de los "aprendices" acompañados por un instructor con licencia profesional pero también responsabiliza a las empresas por accidentes.
Actualmente en Cipolletti sólo funciona una academia, pero la proliferación de este tipo de emprendimientos en toda la región puso en alerta a las autoridades de Tránsito en esta ciudad.
Es por ello que quieren reducir el riesgo ya que los aprendices realizan sus prácticas por la ciudad y el microcentro.
Según comentó Mario Polanco, jefe de calle del organismo municipal, "la idea es acondicionar un circuito en la Isla Jordán para que los alumnos comiencen con sus prácticas y una vez que adquieran mayores conocimientos, siempre bajo la supervisión de la dirección de Tránsito, puedan empezar a manejar gradualmente en la zona urbana".
El mecanismo de seguimiento sería a través de una planilla de evolución que habilitaría a los novatos conductores a pasar de nivel.
El funcionario agregó que los exámenes que se les toma a las personas que pasan por este curso son más exhaustivos y en caso de que no cumplan con todos los requisitos, realizan una especie de llamado de atención al instructor e instan a los alumnos a seguir tomando clases.
"Hasta el momento no se han registrado accidentes con los autos-escuela que hay en la ciudad, pero en caso de que ocurriera uno, sea del tipo que sea, la única responsable es la academia", informó Polanco.
Los cursos de manejos tienen una duración de 22 clases de media hora cada una y su costo es superior a los 500 pesos de contado.
Según la normativa, los vehículos utilizados para este tipo de actividades deben estar equipados con embrague y freno del lado del acompañante para que el instructor también pueda tener control sobre el vehículo.