Terminaron más de seis años de sufrimiento, temor y odisea por las selvas de Colombia.. Clara Rojas y Consuelo González, las dos rehenes liberadas ayer en Colombia por las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC), se reencontraron entre abrazos, besos y lágrimas con sus familiares más cercanos en el aeropuerto Simón Bolívar de Caracas. El hecho produjo la satisfacción de la comunidad internacional y reabrió las esperanzas de un canje humanitario mayor que permita sacar de su cautiverio a decenas de otros prisioneros de la guerrilla.
Es que, junto a las mujeres, el grupo rebelde entregó pruebas de vida de otros 16 capturados, lo que podría hacer presagiar nuevas negociaciones, en especial por la franco-colombiana Ingrid Betancourt, por quien tienen especial interés el gobierno de Nicolás Sarkozy y el de Cristina Fernández de Kirchner.
Las dos mujeres bajaron del avión que las trasladó desde el estado fronterizo de Táchira y fueron recibidas por abrazos y besos de sus familiares que llevaban camisetas que decían: "Libertad para todos" y que derramaron lágrimas por la emoción. González fue abrazada por su hija Patricia y recibió en sus brazos a su nieto, a quien conoció en ese instante. A su vez, Rojas abrazó a su madre, Clara González de Rojas, quien llegó al aeropuerto emocionada por la perspectiva de ver a su hija luego de tantos años de separación.
Las mujeres pasaron unos minutos con sus familiares y luego fueron recibidas por el presidente de Venezuela, Hugo Chávez, quien con sus contactos con las FARC gestionó la liberación.
Rojas, secuestrada en febrero de 2002 junto a su amiga y compañera de fórmula presidencial Ingrid Betancourt, debe buscar en Colombia a su hijo Emmanuel, de tres años y medio, del que fue separada cuando tenía 11 meses y que hoy se encuentra en un albergue estatal en Bogotá.
Las dos mujeres, que lucían radiantes y en buena forma física, fueron liberadas en la selva del Guaviare, sureste de Colombia, por una patrulla integrada por media docena de guerrilleros con uniformes de camuflaje, incluidas dos mujeres.
Rojas y González fueron entregadas al ministro del Interior venezolano, Ramón Rodríguez Chacín, a un representante de la Cruz Roja Internacional (CICR), a la senadora colombiana Piedad Córdoba y al embajador cubano en Caracas, Germán Sánchez Otero, que llegaron en dos helicópteros venezolanos.
Antes de subir a los helicópteros que las recogieron en la selva, las dos mujeres se despidieron de los guerrilleros con besos a las mujeres y apretones de mano a los hombres, según las imágenes de la televisora venezolana Telesur, que cubrió con exclusividad la liberación.
Rojas dijo que con la liberación "estamos renaciendo" y agradeció a los venezolanos por el esfuerzo hecho para su rescate. A su vez, González llamó a Chávez a "no bajar la guardia" e insistir en las gestiones para liberar a los otros rehenes en poder de la guerrilla. En el aeropuerto venezolano de Santo Domingo (al suroeste de Caracas), la comitiva humanitaria con las dos liberadas cambiaron los helicópteros por aviones Falcon.
El gran ganador de la tarde fue sin dudas el presidente venezolano. Las FARC anunciaron esta liberación como un gesto de "desagravio" a las familias y a Chávez, luego de que éste fuera cesados por el presidente colombiano, Álvaro Uribe, como mediador de un canje de rehenes por guerrilleros presos al que aspiran desde hace cinco años las FARC.
En diciembre, Venezuela organizó una fallida misión para buscar a las rehenes en Colombia, con apoyo de siete países, que fue suspendida el 31 de ese mes. Las críticas aumentaron cuando se supo que la guerrilla nunca tuvo al niño Emmanuel.
González fue secuestrada el 10 de setiembre de 2001 cuando era legisladora por Huila, mientras que Rojas cayó en poder de las FARC el 23 de febrero de 2002 junto a su compañera de fórmula, la candidata presidencial Ingrid Betancourt .(AFP/DPA)