CARACAS (AFP) - El presidente venezolano Hugo Chávez pidió el viernes a los países de América Latina y de Europa que retiren de las listas de grupos terroristas a las guerrillas colombianas de las FARC y del ELN, al día siguiente de que le fueran entregadas dos rehenes, pero Bogotá rechazó enérgicamente esta propuesta.
"Solicito a los gobierno del continente (latinoamericano) que retiren a las FARC y al ELN de la lista de grupos terrorista del mundo, pido a Europa que retire a las FARC y al ELN de la lista de grupos terroristas del mundo, porque esa lista tiene una sola causa, la presión de Estados Unidos", afirmó Chávez ante la Asamblea Nacional venezolana al presentar su informe anual de 2007.
Las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC) y el Ejército de Liberación Nacional (ELN) "no son ningún cuerpo terrorista, son verdaderos ejércitos que ocupan espacio en Colombia, hay que darles reconocimiento, son fuerzas insurgentes que tienen un proyecto político, un proyecto bolivariano, que aquí es respetado", subrayó el presidente venezolano.
La guerrilla de las FARC entregó el jueves, en las selvas del Guaviare (sureste de Colombia), a la ex candidata a la vicepresidencia Clara Rojas y a la ex parlamentaria Consuelo González, tras seis años de cautiverio, a una misión venezolana y del Comité Internacional de la Cruz Roja, que las condujo a Caracas, donde fueron recibidas por Chávez.
El gobierno colombiano calificó casi inmediatamente de "desproporcionada" la solicitud de Chávez. "Es una propuesta desproporcionada, el gobierno no puede admitir una solicitud de esa naturaleza", dijo el ministro del Interior colombiano, Carlos Holguín.
"El calificativo de terrorista de una organización no es gratuito y deriva de las acciones que hace", señaló Holguín. El presidente venezolano agradeció también a su homólogo colombiano Alvaro Uribe sus palabras de reconocimiento a su gestión para la liberación de las dos rehenes, pronunciadas en la noche del jueves en Bogotá.
"Le agradezco al presidente de Colombia sus generosas palabras para con el gobierno venezolano", dijo Chávez, aunque recordó el bajo nivel en que se encuentran las relaciones entre los dos países, después que Uribe acabó con su mediación para un canje humanitario en noviembre pasado.
"Lamentablemente, lo que ocurrió en noviembre destrozó, pulverizó la confianza que habíamos venido creando entre ambos presidentes, entre ambos gobiernos, cosa que no fue nada fácil", refirió.
Chávez dijo que "eso fue producto de infinitas presiones de quienes quieren la guerra, de los que no les importa nada la vida ni la suerte de los pueblos", en alusión velada al gobierno de Estados Unidos. Indicó que a pesar de lo ocurrido seguirá buscando la paz en Colombia.
"Nosotros estamos dispuestos a continuar buscando fórmulas para lograr la paz en Colombia y en ese esfuerzo por supuesto debemos seguir trabajando en distintos niveles con el gobierno de Colombia, con las FARC de Colombia, con el ELN de Colombia, nadie se moleste por ello, es imprescindible hacerlo", dijo.
"Estamos elaborando fórmulas para continuar avanzando. Ojalá el gobierno de Colombia recapacite", añadió. Al recordar que Consuelo González le pidió que "no baje la guardia" en sus esfuerzos para la liberación de los demás rehenes, Chávez afirmó: "No voy a bajar la guardia, porque para mí es un compromiso, la resurrección de la Gran Colombia pasa por la paz en Colombia". "Pidamos a Dios que la liberación de Clara, de Consuelo, de Emmanuel, sea el anuncio definitivo de la era de la resurrección de Colombia, de la unidad de la Gran Colombiana, el único camino a nuestra verdadera liberación".
Emmanuel, hijo de Clara y un guerrillero, nacido en cautiverio y de 3 años y medio de edad, frustró la liberación de los rehenes en diciembre pasado, debido a que las FARC, que se habían comprometido a entregarlo, no lo tenían en su poder y fue ubicado por el gobierno colombiano en un albergue en Bogotá.