Martes 08 de Enero de 2008 Edicion impresa pag. 15 > Municipales
Crisis del agua: amenazaron con quemar micros
En Toma Norte y Cuenca 15 de la capital neuquina los vecinos pasaron a los hechos. Por falta de agua detuvieron 4 colectivos y amenazaron con quemar uno de no normalizarse el servicio.

NEUQUÉN (AN) - La falta de agua potable en la ciudad derivó en una tensa situación ayer en los barrios Toma Norte y Cuenca 15, en el oeste, donde los vecinos optaron por detener a cuatro colectivos de la empresa Indalo para exigir soluciones. En uno de los sectores incluso amenazaron con prenderle fuego, según los directivos de la empresa, quienes a su vez cuestionaron la inacción del Ente Provincial de Agua y Saneamiento (EPAS), de las autoridades del gobierno y de la justicia.

En tanto, el presidente del Comité Capital de la URC, Eduardo Royano, solicitará hoy a las autoridades del EPAS que no apliquen el incremento tarifario decretado por el ex gobernador Jorge Sobisch, ya que aseguró que legalmente el organismo no están en condiciones de aplicar una suba. También solicitarán que se suspenda la colocación de medidores de consumo.

El reclamo en los barrios comenzó sobre el mediodía y se prolongaba hasta anoche, aunque la provisión de agua mineral en bidones contribuyó a calmar los ánimos. Los vecinos admiten que la falta de presión podría deberse a que en otros sectores cercanos "pinchan" los ductos, "pero nosotros no vamos a ir a pelearnos con las otras tomas", señalaron.

Añadieron que ya están cansados de reclamar, pero que desde el EPAS no aportan soluciones. "En el EPAS no dicen una cosa, después otra, ya no saben qué decirnos", se quejó una vecina.

En Toma Norte fundamentaron su reclamo en que les llegan las boletas y las pagan y por lo tanto tienen derecho a que les provean agua.

"En Cuenca 15 nos amenazaron con incendiar el colectivo, hemos hechos las denuncias pero nadie nos ha dado una respuesta", se quejó Ismael Infante ayer en nombre de Indalo.

Informó que en Toma Norte los vecinos les secuestraron tres colectivos y en Cuenca 15 uno, en todos los casos los choferes debieron permanecer junto a los rodados, hasta las 22 cuando el esta línea fue liberado.

"El problema es muy grave, porque no sólo nos amenazan con quemarnos el colectivo sino que los choferes están condicionados a permanecer en los colectivos", añadió Infante.

Informó que por la actitud de los manifestantes se afectaron los recorridos de los ramales 1-A , 1-B y 7-A. "Nosotros no tenemos nada que ver con los problemas del EPAS, pero nos complican el servicio. Es mucha la gente que se ve perjudicada, porque no nos queda otra alternativa que correr las cabeceras de los ramales", señaló Infante.

Agregó el panorama se les complica aún más porque no sólo tienen que afectar otras unidades al servicio, sino que reasignar choferes. "Esto último es otro inconveniente, porque hay personal de vacaciones y no es fácil cubrir los puestos", consignó.

"Para nosotros esto es un secuestro de los colectivos. Vamos a ir cambiando las cabeceras hasta donde tengamos seguridad", remarcó.

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