" A horas de llegar a Venezuela, el ex presidente Néstor Kirchner percibió claramente que la liberación de secuestrados por parte de las FARC ya estaba, en los hechos, fracasada.
" Este diagnóstico, abonado con el correr de las horas a partir de información de la que se fue nutriendo, impactó en el carácter del ex mandatario, que llegó a pasar horas sin cruzar palabra con los miembros de la delegación argentina que lo acompañaba.
" Contrastó muy elocuentemente la percepción voluntarista con que llegó la misión argentina al terreno donde se jugaba la operación y el frío raciocinio del que estuvieron imbuidos los otros países garantes del proceso.
Esta información fue suministrada a este diario por una fuente oficial argentina de primer rango vinculada al rol argentino como garante de la liberación de secuestrados por la más antigua guerrilla del mundo.
-Es evidente que Kirchner no estaba rigurosamente dateado sobre la complejidad del proceso del que participaba, fundamentalmente de la naturaleza y contenido de las conductas de los principales actores en juego... ignoraba que por más buena voluntad que expresaran, por caso las FARC y el gobierno de Uribe, no iban a dejar de medir fuerzas aun en el marco de la liberación. Kirchner ni siquiera percibía, o no estaba informado, que al momento de las decisiones finales, Manuel Marulanda, el jefe de las FARC y del cual Kirchner no siempre se acordaba el nombre, poco influía ya que en los hechos, el poder real de esa guerrilla lo ejerce un grupo de 12 comandantes nacidos y criados en la selva. Marulanda... ("Este señor... ¿cómo se llama?", llegó a decir Kichner), hoy es, como poder, más leyenda que realidad -comentó la fuente.
Y acotó: -Hubo momentos en que la delegación argentina parecía un equipo, la concentración de un equipo de fútbol antes de un partido, pero sin entusiasmo... todos sentados alrededor de una mesa tomando jugos, café y esperando la hora de salida a la cancha, pero la cancha no existía. Kirchner estaba amarillo, silencioso, con la mirada puesta en cualquier lado; en evidente trance de asumir con alto costo interno que los dados corrían para cualquier lado, menos para donde le habían pintado que correrían.
La fuente destacó que una vez instalada la incertidumbre sobre el devenir de la operación, la misión argentina careció de "elementos con reflejos".
-¿Qué es eso? -preguntó este diario.
-Gente que advirtiese sobre la necesidad de evitar situaciones poco aconsejables. A un buen profesional de la SIDE esto no se le escapaba. Si nadie había advertido a la hora de partir que el protagonismo requería la seguridad de un resultado favorable, por lo menos, ya sobre la marcha, alguien debió haber dicho como mínimo algo parecido a, en términos caribeños, "esta vaina no va". En ese sentido, fue muy pálido el papel del canciller Taiana, marchaba detrás de los acontecimientos, no tuvo un desempeño activo en desmalezar en qué punto se estaba y en qué punto se estaría al rato siguiente. Siempre al lado de Kirchner, pero siempre esperando la palabra de éste.
La fuente remató con una reflexión sobre las FARC:
-De conversaciones con militares brasileños que han estudiado minuciosamente a las FARC, me explicaban que no es "una guerrilla en el sentido clásico, sino una burocracia armada con intereses muy desplegados, muy acumulativos tras 40 años de lucha. Con mandos muy descentralizados y con fuerte autonomía táctica. Hasta me llegaron a sugerir un libro de un investigador que está siendo leído en academias militares de Brasil: un tal Fernando Cubides. Esa descentralización no hace sólo a lo táctico, sino a diseños puntuales de acciones militares y políticas, que en los hechos hacen que las FARC no sean una sola FARC sino varios poderes que conforman las FARC.
CARLOS TORRENGO