BUENOS AIRES.- Trabajadores municipales porteños realizaron ayer una protesta en Plaza de Mayo en rechazo al despido de 2.400 empleados, con una marcha que encabezó el titular de la CGT, Hugo Moyano, quien consideró un "genocidio laboral" la decisión del gobierno, en el marco de un paro de 24 horas que se prolongará a tres días la semana próxima.
"Venimos a comprometernos, no venimos a aceptar este genocidio laboral", dijo Moyano al cerrar la lista de oradores en un acto realizado frente a la sede del gobierno porteño por SUTECBA, que anunció nuevos paros para "martes, miércoles y jueves de la semana que viene, con presencia en los lugares de trabajo", dijo el secretario de prensa del gremio, Enrique Pistoletti.
Por su parte, el jefe de gobierno porteño, Mauricio Macri, advirtió que "ninguna medida extorsiva hará cambiar la decisión de avanzar con la anunciada política de reformas para recuperar la carrera pública, desregular el sistema de seguridad social y reducir el gasto político".
Añadió que las resoluciones que ha tomado "no son consecuencia de ninguna especulación política ni apuntan a crear escenarios de confrontación con algún sector".
La protesta, que se realizó en el marco de un paro de 24 horas dispuesto por el Sindicato Único de Trabajadores del Estado de la Ciudad de Buenos Aires (SUTECBA) como parte del cese de actividades progresivo que iniciaron el miércoles, estuvo encabezada por el titular del gremio, Amadeo Genta, y el adjunto, Patricio Datamini.
Genta se refirió al jefe de Gobierno Macri, al expresar: "Si cree que lo queremos hacer fracasar o poner palos en la rueda, le decimos que se equivoca, porque no sabe Mauricio Macri que los enemigos no están acá entre los trabajadores municipales".
"Mauricio (Macri), recapacitá, porque te equivocás, que los enemigos y los palos en la rueda te lo ponen los mismos que están alrededor tuyo y que te dan manija en contra del pobre trabajador que vos decís que es un ñoqui", manifestó ayer el dirigente municipal.
El secretario adjunto del gremio y titular de la obra social intervenida por el gobierno porteño, Patricio Datarmini, expresó que "como gremio no hemos sido los responsables de un conflicto, pero aclaro que en el gremio, en la organización y en los trabajadores, no hay moneda de cambio".
El discurso del dirigente fue interrumpido durante algunos minutos a raíz de forcejeos que protagonizaron dos grupos del sindicato, que pugnaban por ubicarse frente al palco instalado en Plaza de Mayo, frente a la sede porteña.
Por su parte, la vicejefa de Gobierno, Gabriela Michetti, dijo que la manifestación "estuvo bien, con pocos incidentes, en defensa de los intereses que ellos creen defender", y calificó como "concepto poco feliz, irrespetuoso" la frase de Moyano sobre los despidos.
"Sí pueden haber más despidos", aseguró Michetti en declaraciones a TN, y afirmó: "Esperamos sensatez de los dirigentes sindicales para dialogar, no para dar marcha atrás en las medidas".
Por otra parte, el interventor designado por Macri al frente de la obra social, Jorge Rey, no pudo ingresar a la sede de la entidad que presta servicios sanitarios a empleados municipales y Michetti explicó que el gobierno porteño analiza presentar un pedido de allanamiento para permitir el acceso.