El presidente de Venezuela, Hugo Chávez, reveló que su proyecto político para el 2008 se basará en la "revisión, rectificación y reimpulso" de su revolución bolivariana, con el fin de darle respuestas más pragmáticas y menos teóricas a los problemas de los venezolanos.
El primer golpe de impacto en la llamada estrategia de las "tres erres" fue el anuncio de la modificación en 13 de los 23 ministerios del gabinete, que incluyó la remoción de su vicepresidente, Jorge Rodríguez, un funcionario de posiciones radicales que fracasó en su esfuerzo por organizar la maquinaria del Partido Unido Socialista de Venezuela (PUSV).
Ésta es la mayor reformulación del gabinete de Chávez en un año y ocurre después de la derrota electoral de Chávez del pasado 2 de diciembre, cuando el mandatario perdió 3,5 millones de votos que lo reeligieron en el 2006. Según Chávez, los cambios en el gabinete buscan dotar de mayor "eficiencia" la gestión de gobierno, después de que los venezolanos rechazaran en las urnas su proyecto de reforma constitucional socialista, incluyendo la reelección presidencial ilimitada. "No es posible que un gobierno no pueda recoger la basura", dijo Chávez en la crítica más dura a su gobierno. "Hay que darles respuestas concretas a los venezolanos", añadió.
Rodríguez será sustituido por el ministro de Vivienda, Ramón Carrizales, quien tuvo que enfrentar numerosas protestas de venezolanos humildes que reclaman viviendas "dignas".
Otro que sale del gabinete es el ministro de Finanzas, Rodrigo Cabezas, quien resaltó el crecimiento de la economía de 8,4% en el 2007, aunque fue apabullado por la escalada inflacionaria que llegó a 22,5%, la más alta en Sudamérica. Será sustituido por el viceministro Rafael Isea. Al Ministerio del Interior regresa Ramón Rodríguez Chacín, quien coordinó la fallida operación humanitaria para liberar a tres de los rehenes en poder de la guerrilla colombiana, donde Chávez puso en juego su liderazgo.
Como ha sido normal desde que Chávez llegó al poder en 1999, los militares dominan la escena ministerial. Igualmente, los cambios se caracterizan por numerosos enroques.
Ahora la mano derecha de Chávez será el oficial retirado Jesse Chacón, quien pasará del Ministerio de Telecomunicaciones e Informática al de la Secretaría de la Presidencia.
La "R" que más dudas genera entre los analistas es la "rectificación", ya que pocos prevén cambios en las políticas del gobierno con las mismas caras. Chávez aseguró que el punto principal de la nueva estrategia es la "revisión", debido a que es necesaria para iniciar la articulación con los otras dos "erres" con la idea de "profundizar la revolución para corregir errores".
"El plan del 2007 no fue eficiente, no tuvimos éxito en el cumplimiento de esa meta. El problema responde a factores estructurales... No podemos quedarnos en discusiones sólo teóricas; ésta es una revolución que está en marcha, nosotros no somos sólo un partido que se está formando, aspirando a llegar al gobierno. Debemos tener menos teoría quizás y más praxis", recalcó.
En una declaración que dará mucho para análisis, señaló que su gobierno no puede dejarse arrastrar por "corrientes extremistas", por lo que sugirió buscar alianzas "incluso con la burguesía". "No podemos plantear tesis que han fracasado en el mundo entero, como eso de eliminar la propiedad privada", indicó. La pregunta es hasta dónde está dispuesto Chávez a rectificar tras nueve años en el poder. (DPA)