Era previsible. La Federación Internacional de Tenis (ITF) anunció la suspensión de dos años por doping de la retirada Martina Hingis, ex número uno, que dio positivo por cocaína en Wimbledon (cayó en tercera ronda ante la estadounidense Laura Granville por 6-4 y 6-2).
La suiza, consternada, juró siempre estar segura de que no tomó. "Estoy frustrada y enfadada", dijo el pasado noviembre entre lágrimas. "Tomar drogas me daría miedo", agregó. "Encuentro esa acusación horrenda, monstruosa", señaló.
A Hingis se le borrarán todos sus resultados y deberá devolver el dinero ganado a partir del torneo londinense. La ITF anunció que un tribunal antidoping independiente encontró a la jugadora de 27 años culpable por doping.
Dicho tribunal se reunió durante dos días en diciembre y confirmó que "la muestra suministrada por Hingis el 29 de junio en el torneo de Wimbledon dio positivo por cocaína". "Además rechazó la sugerencia hecha en nombre de la señorita Hingis de que había dudas sobre la identidad y/o integridad de la muestra atribuida a ella", asegura la ITF.
También se rechazó la petición de la suiza de ser exculpada por negligencia, pues no se puede mitigar la culpa al no haberse determinado cómo llegó la cocaína a su cuerpo. La sanción comenzará a contar desde el 1 de octubre de 2007 y Hingis deberá devolver los 129.481 dólares ganados a partir del 29 de junio.
La suiza tiene ahora tres semanas para apelar. En noviembre Hingis confesó que había dado positivo, pero defendió su inocencia pese a que anunció que el hecho suponía el fin de su carrera, por lo que la sanción no tendrá efecto deportivo, aunque sí económicos y en términos de imagen.
La ex número uno, que la pasada temporada ganó tres torneos, dijo que se hizo un análisis capilar que dio negativo y sus abogados aseguran que tanto las muestras A como B podrían estar contaminadas.