Miércoles 02 de Enero de 2008 Edicion impresa pag. 15 > Regionales
Las bibliotecas populares resisten sin subsidios
En la capital neuquina son unas 30 y en el 2007 recibieron poca ayuda. Solicitan los aportes para financiar la contratación de profesionales.

NEUQUÉN (AN).- Las bibliotecas populares transitaron un 2007 minado de dificultades económicas. El subsidio de cuatro mil pesos, que anualmente reciben de provincia a mediados de año, no fue entregado a ninguna de las cerca de 30 que existen en la ciudad.

El aporte municipal de 900 pesos trimestrales (300 pesos mensuales) se cobró por última vez en junio, ya que en agosto el Concejo Deliberante aprobó una ordenanza que incrementa los montos a partir de una recategorización.

La demanda unánime: contar con bibliotecarios profesionales, ya que la mayoría emigra hacia establecimientos educativos primarios y secundarios, porque las entidades no pueden pagar un sueldo.

Marcela Gallardón, presidenta de la biblioteca "Julio Cortázar" del barrio Ciudad Industrial, explicó que: "generalmente la contribución de provincia llega en septiembre, además de material bibliográfico, pero este año no hubo nada".

Desde la dirección Provincial de Bibliotecas Populares confirmaron que el dinero no fue enviado, y que por el cambio de autoridades no saben cuando se entregaran los 4.000 pesos correspondientes al 2007.

La situación de la Federación de Bibliotecas Populares de la provincia de Neuquén tampoco es alentadora. Gallardón contó que hace cuatro años que la Federación se encuentra en una suerte de meseta, lo que impide encauzar un reclamo colectivo con verdadera fuerza. El 15 de diciembre se convocó a una Asamblea General Extraordinaria y se hicieron nombramientos, que no pueden concretarse hasta tanto Personería Jurídica otorgue validez a la reunión.

Una de las iniciativas es que los balances los puedan hacer gratuitamente profesionales de la Universidad Nacional del Comahue, porque los precios de este tipo de trabajo cuestas entre 300 y 400 pesos.

Las cuotas de las organizaciones barriales varían entre dos y 15 pesos, como el número de socios activos que ronda los 30 en promedio, y en algunos casos llega a los cien. La cantidad de ejemplares va desde los seis mil hasta los nueve mil, sin mencionar a la biblioteca "Juan Bautista Alberdi" que los supera ampliamente.

"Tratamos de incorporar material universitario, tenemos los libros de primer año de Derecho, Ciencias Económicas y los de Magisterio, para que los chicos que hicieron la primaria y la secundaria junto a la biblioteca continúen viniendo", sostuvo Gallardón.

La biblioteca "San Lorenzo Norte" tiene una sola computadora, para la zona más densamente poblada de la ciudad, y una cuota societaria por grupo familiar de dos pesos. "Amaranto Suárez" de Villa

María es una de las pocas asociaciones con una bibliotecaria profesional. "Le damos 150 pesos y sólo atiende de tarde", destacó Sonia Sosa, su presidenta.

"Suyai Mapu" de Mariano Moreno es la que más actividades realiza. "Hay un salón de usos múltiples donde los abuelos practican yoga, también funciona una huerta en un terreno pegadito, pasaron muchos talleristas, pero se fueron porque no se les podía pagar", dijo Lilian integrante de la Comisión Directiva y completó, "trabajamos mucho en red con la salita, el comedor y las escuelas".

"Monseñor Jaime de Nevares" nació en el barrio Islas Malvinas como proyecto de una radio comunitaria. "Acá es voluntad de los vecinos, porque los servicios son precarios", reveló Eduardo uno de sus empleados, que rescató la colaboración de la gente de los planes sociales que contrapresta en la biblioteca. "Los chicos vienen mucho, especialmente los que se llevaron materias, pero se acerca adultos, sobre todo aquellos que están terminando sus estudios".

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