Miércoles 02 de Enero de 2008 Edicion impresa pag. 08 y 09 > Regionales
Se sienten presionados por funcionarios y reclaman cobrar las servidumbres
Son crianceros de Bordo del Medio que no firmaron el decreto 227/05. La norma los priva de parte de la servidumbre de que son titulares. En algunos casos, sus tierras fueron dadas a otros no ocupantes.
"Vino el gobernador y nos dijo que firmáramos, que era un acuerdo nomás. Después Belacín dijo 'es el combo o nada'".

El "combo" es firmar la adhesión al decreto 227/05 que le entrega al Estado y a una empresa jurídica de Roca la mayor parte de la servidumbre por explotación hidrocarburífera que les corresponde cobrar a los poseedores de campos fiscales en el departamento de General Roca y, a cambio, permitirles recibir el título de propiedad de la tierra. "Nada", es no acceder al título de la tierra que ocupan hace 30 o más años y que, en cambio, se la den a otro. Quedarse sin tierra, sin casa..., sin nada.

Tienen derechos adquiridos sobre la tierra y la servidumbre de paso de líneas eléctricas, oleoductos, gasoductos o por daño ambiental. Lo dice la ley. Pero denuncian que se sienten presionados por funcionarios para que renuncien parciaL o totalmente a esos derechos.

Los que hablan son crianceros de la zona de Bordo del Medio, afectados por el decreto 227/05, que afirman sentirse presionados por el Director de Tierras, Jorge Belacín, y por los dueños de la firma Profesionales Patagónicos Asociados -Hugo Mortada y Orlando Moreno-.

Viven desde hace decenios en campos de secano, sólo aptos para criar chivas, y algunas vacas y caballos. Algunos de ellos saben leer y escribir, otros no. Pero todos guardan la documentación de sus tierras en prolijas carpetas, junto con las partidas de matrimonio y de nacimiento de sus familias. Algunos tienen camión o camioneta, otros andan a caballo. Han hecho estudiar a sus hijos. Atienden sus casas con esmero. Vaya a saber cómo hacen crecer un parral y algunos árboles. Algunos tienen motor, otros, molino o jagüel.

Son hombres y mujeres hechos a la distancia, a la vida aislada, a la tiranía de la inundación y de la sequía. Son de pocas palabras. Pero en esto se muestran unidos y firmes.

 

"Yo no firmé"

 

Exequiel Rodríguez vive en el puesto Laguna Altamique, en jurisdicción de Sargento Vidal, desde hace 30 años. Tiene mensura y el campo alambrado. Paga el canon de ocupación y muestra el expediente en la Dirección de Tierras prácticamente terminado: llegó hasta la resolución de adjudicación en venta con fecha 28 de agosto de 2006. "Y me dicen que no me dan el título porque después voy a querer vender".

Él estaba el 3 de octubre de 2005 en "La Escondida", cuando el gobernador Miguel Saiz y el director de Tierras, Jorge Belacín, los convocaron para hacerlos firmar el decreto 227/05. "El gobernador nos dijo que era un acuerdo nomás, que nos traía 86 títulos de propiedad, que firmáramos. Pero se paró un abogado y le dijo que nos querían jorobar, sacarnos parte de la servidumbre, y el gobernador no le retrucó nada. Y yo no firmé".

También estuvo en la reunión de agosto de este año con gente del estudio Profesionales Patagónicos Asociados. "Ahí Mortada me dijo 'hay una plata depositada para vos, firmá y cobrala, son 47.000 pesos. Ustedes nunca han visto tanta plata junta'. Pero yo le dije: 'si vendo un animal, ¿para quién es la plata, para mí o para vos?' 'Para vos, claro', me dijo. Y le pregunté: '¿y entonces por qué me saca parte de la plata de la servidumbre, si éste es mi campo y no el suyo?'. Ahí se puso loco, lo llamó por teléfono a Belacín, y cuando cortó nos dijo: 'Dice Belacín que es el combo o nada".

Después de eso, a Rodríguez le llegó un radiograma policial mediante el cual Belacín amenazaba iniciarle acciones legales si no dejaba ingresar al personal de la Compañía Mega SA. "Pero yo jamás les impedí el paso ni tuve problemas con el Mega", dice.

 

"No cobré ni un peso"

 

A Agustín Gutiérrez le llegó una intimación similar, también firmada por Belacín. "No tengo tranqueras, ¿cómo les podría impedir el paso? Siempre los dejé trabajar", afirma.

Hace 24 años, Agustín le compró las mejoras del campo a Juan Esteban Bravo. Todo formal, registrado ante la Dirección de Tierras. Cuenta orgulloso: "Tengo casa de material, corral, compré motores, dos molinos, hacienda, compré buenos toros, mensuré en el '81 y en el '89 -cuando José Bravo obtuvo el título- volví a Tierras, pero no hubo caso. Hasta que en esa reunión Altube dijo: 'lo que se va a entregar es esto', por el papel para adherir al decreto. Yo me paré y le dije a Altube que 'eso no sirve, porque vamos a cobrar menos. Si la provincia no tiene un campo suyo, ¿cómo va a cobrar la servidumbre?' El tema es que tengo resolución de adjudicación en venta del campo, hace seis años que por acá pasa el Mega, y también pasa el Neuba, y nunca cobré ni un peso de servidumbres".

En octubre estuvo en su puesto la abogada del Mega, le dijo que la empresa pagó la servidumbre y que la plata está depositada a nombre de él con el retroactivo de los años anteriores. Cuando la abogada supo que él no había cobrado nada, ordenó que Mega SA le suspendiera el pago a la provincia. "Y acá vinieron Moreno y Mortada (de PPA) y me dijeron que firme y cobre, que con 47.000 pesos me podía comprar una casa en el pueblo, un auto, que es el combo o nada y yo no voy a firmar, aunque firmo con el dedo, no voy a firmar".

 

"Que iba a ir preso"

 

Lorenzo Sides también tiene mensura desde el '91, adjudicación en venta y paga el canon de ocupación. Tampoco quiso firmar la adhesión al decreto 227/05. "A mí Mortada y Moreno me dijeron que si le iniciaba juicio a la provincia me iba a quedar sin

nada y que iba a ir preso. Y antes Belacín me dijo que 'era el combo o nada'. Yo le dije en esa reunión que en qué nos favorecen los derechos humanos a nosotros, si hasta el gobernador nos estaba tratando como a un perro".

Le dijeron que hay una carta para él en la dirección de Tierras, en Roca, pero no se la quisieron entregar a su abogado, Tristán Cardín. "Dicen que tengo que ir yo a retirarla, pero a nosotros ir a Roca nos sale 100 pesos por lo menos".

Por su campo pasa la línea de Transener, pero nunca cobró un peso de servidumbre.

Tres veces estuvo Sides en las reuniones convocadas por Belacín en "La Escondida", y otras dos veces en la casa de Don José Bravo. "Y siempre nos dijo lo mismo: 'o el combo o nada'. La última vez fue el 11 de mayo de este año en el puesto de José Bravo. Ahí Belacín trajo el dinero para comprar cinco molinos y cinco tanques australianos para puesteros que no tenían. Y nos volvió a decir que firmáramos. Yo no firmé. Quiero lo que me corresponde", dice.

Nacidos y criados

 

"Nací y me crié en el campo, en el Faldeo de Bordo del Medio, a tres leguas del lago. Vivo ahí y tengo animales, de eso vivo". Micaela Bravo se pone solemne, como todos, al contar su historia ligada a la tierra. Al igual que su hermano Pellegrino Bravo tiene CUIT, marca, señal y todos los comprobantes de vacunación del Senasa.

La familia de Ricardo Cerda, el marido de Micaela, ocupa desde 1925 la zona conocida como campo Don Aleucho y La Iemanja. Unos y otros comenzaron los trámites en Tierras en 1973. Pero a pesar de que cumplen los requisitos de la ley de Tierras para acceder al título de propiedad, nunca obtuvieron la autorización para hacer la mensura, el paso previo a titularizar las 10.000 hectáreas que representan los lotes 16 y 17 y 24 y 25 de la fracción D, Sección XXVI.

"Me negaban el expediente, por eso le dimos carta poder a nuestra hija y recién pudimos tener copia de los papeles porque la consiguió la legisladora Celia Graffigna en abril del año pasado", cuenta Micaela.

En abril de 2003, "Luciano Zago se presenta en el campo de mi marido y le dice que se tiene que retirar de las tierras, que son de él. Pero no mostró documentación ni nada. Ahí bajó (Daniel) Tait para una reunión en Roca". Tierras le había autorizado a Zago a ocupar el campo, mediante una resolución que dice: "Se verifica estado de abandono y desocupación de dicho predio y falta de hacienda".

La incertidumbre finalmente acabó para los pobladores cuando Tierras dio marcha atrás con la afectación a Zago y reconoció la ocupación legítima de Cerda y de Micaela y Pellegrino Bravo. De cada cosa que dice, Micaela muestra documentos oficiales que guarda con celo.

Ni ella, ni su hermano ni su marido firmaron tampoco la adhesión al decreto 227.

 

"Nunca me respondieron"

 

Juan Scarpesia ocupa parte del campo que era de su papá, que falleció hace 5 años. Juan nació allí. Cuenta que son ocho hermanos, pero una de ellas que vive en Cinco Saltos, Emilia, consiguió que Tierras pusiera todo a su nombre, sin que el resto de los herederos fuera notificado. Y no encuentran cómo poner remedio al problema.

Juan tiene jagüel, dos corrales y un brete, casa y señal, vive y trabaja allí. "No sé si mi hermana Emilia está cobrando la servidumbre, porque en Tierras nunca me respondieron. Dicen que es un problema familiar que tenemos que arreglar entre nosotros. ¿Pero, entonces, para qué están ellos?", se interroga.

 

Infinita paciencia

 

Cada uno contó lo suyo, relatos hilvanados por una preocupación: la tierra. Se sienten amenazados por quienes deberían ampararlos, o por enviados de aquellos. Y saben que, sin ayuda, no podrán resolver nada. Confían en sus abogados pero más en su intuición. Cumplen cada citación de la Justicia. Y esperan. Con la infinita paciencia del que nunca tuvo nada fácil.

 

ALICIA MILLER

SHIRLEY HERREROS

 

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