El año nuevo llegó con una suba de tarifas en el transporte público de pasajeros que incidirá en el creciente proceso inflacionario: después de siete años de congelamiento, será más caro viajar en Capital Federal y se prevé que en el interior del país las subas se aplicarán en breve.

El aumento se suma a recientes alzas en los taxis de Buenos Aires, en empresas de cobertura de medicina privada y en escuelas privadas, mientras se espera para el verano un incremento en electricidad y gas domiciliario.

La nueva suba en el transporte implica incrementos de 18 por ciento para el caso de los trenes, 20 por ciento para los colectivos, y 28,5 por ciento para los subterráneos. El argumento oficial es que se apunta a mejorar el sistema de transporte de la Capital Federal y el conurbano bonaerense, que, paradójicamente, es uno de los sectores que más se ha beneficiado con subsidios.

Las nuevas escalas tarifarias fijaron que el boleto mínimo de colectivos pase a costar de 75 a 90 centavos (para recorridos de 0 a 6 km), el viaje en subte de 70 a 90 centavos, y el Premetro 60 centavos.

Para el caso de los ferrocarriles, las tarifas mínimas son de 60 y 65 centavos, contra los 50 y 55 centavos anteriores. Las cámaras de transportistas del interior se reunirán en las próximas horas para definir si aplican el aumento.

Impactará en el IPC de enero

Estos incrementos tendrán repercusión en el índice de precios al consumidor (IPC) de enero, un mes controvertido para estas mediciones si se toma el antecedente de 2007: fue enero, con los incrementos en el turismo y la medicina prepaga, el mes que desencadenó la primera manipulación de las cifras del INDEC por el gobierno.

Si no hay nuevas manipulaciones en el organismo, el efecto debería ser significativo. El rubro transporte de pasajeros tiene una ponderación del 6,73% en el IPC, y sólo ómnibus, trenes y subterráneos suponen un 5%. De este modo, analistas anticiparon que un aumento promedio del 19% en los boletos de colectivo, del 28,6% en el subterráneo y del 13% en los trenes concluiría en un alza de, como mínimo, 0,9% en el primer mes del año, porcentaje al que habrá que sumar los aumentos en otros sectores.

La reacción de las asociaciones de consumidores se sintió no bien conocida la medida de la suba de los boletos. Calificaron a la iniciativa de "ilegal" y anunciaron que pedirán una audiencia con el ministro De Vido o con el secretario de Transporte, Ricardo Jaime.

La presidenta del Centro de Educación al Consumidor (CEC), Susana Andrada, disparó: "Acá faltó la audiencia pública. Se comieron un paso. Tenemos muchas quejas por los aumentos". Además, agregó que se autorizaron modificaciones tarifarias "a puerta cerrada" y "sin tener en cuenta la prestación del servicio". En igual sentido, el presidente de la asociación Deuco, Pedro Bussetti, dijo que "ya que no se cumplió nuestro deseo de que no se aplique el aumento, pediremos una reunión con el gobierno para que se escuche a los consumidores".

Los pasajes de subtes, colectivos y trenes que operan en el área metropolitana se modificaron por primera vez desde diciembre del 2000 cuando Fernando De la Rúa era el presidente de la Nación.

Desde el gobierno se informó que los ajustes tarifarios no reemplazan al esquema de subsidios que aplica la Secretaría de Transporte, pese a que sí disminuye el monto global en torno a los 600 millones de pesos anuales.

Según se indicó en la resolución 1170/2007 publicada en el boletín oficial, los nuevos valores "tienen carácter provisorio a resultas de la conclusión del proceso de renegociación (de los contratos de concesión) y expresan el precio final al público usuario, incluyendo el IVA". (DyN y Télam)