El hermoso gol, la gran labor y la ovación que los hinchas de Manchester United prodigaron este martes a Carlos Tevez marcaron un buen inicio, aunque 2008 será año de Juegos Olímpicos, una materia siempre pendiente para el deporte argentino.

La mención de Tevez tras su octavo gol en la Premier League inglesa no es casual. El deporte argentino celebró en 2007 el talento de individualidades, como el golfista Ángel Cabrera y el tenista David Nalbandian. Y cerró el año con su selección de fútbol en el primer puesto del ranking FIFA (discutido, por cierto), la selección de básquetbol segunda en la FIBA y Los Pumas y el tenis (al menos tomando Copa Davis) en tercer lugar de sus respectivas clasificaciones.

Los Juegos Olímpicos, sin rugby ni golf y con el fútbol en un nivel inferior, desnudarán la otra cara del deporte argentino. Atenas 2004 ofreció una versión edulcorada por el doble oro del fútbol y del básquet que rompió más de medio siglo sin triunfos olímpicos. Pero Argentina sufrirá en Beijing la precariedad de su desarrollo deportivo. En los Juegos compiten disciplinas de menor impacto como natación, atletismo, yudo, lucha, tiro y muchas otras más, en casi todas las cuales Argentina sufre la falta de deportistas de primer nivel, escenarios adecuados y presupuestos magros.

En Beijing no estarán Cabrera, Lionel Messi, Tevez ni Juan Martín Hernández o Agustín Pichot. Ellos fueron sólo algunos de los que lucieron en 2007 y confirmaron la excelencia de calidad del deportista argentino, cuya gran competitividad se refleja como pocas veces en ese gran escenario globalizado que es la NBA. Allí sigue brillando con luz propia el gran Emanuel Ginóbili, que sí estará en China, del 8 al 24 de agosto, liderando a una selección que buscará retener el oro que ganó en Atenas.

La Secretaría de Deportes otra vez en manos del ex futbolista Claudio Morresi elevará en 2008 su presupuesto de 65 a 107 millones de pesos, pero esos treintitantos millones de dólares siguen siendo escasos comparados con los 200 millones de dólares de Brasil y los 300 de Venezuela, por ejemplo.

Se trata de un presupuesto mayoritariamente estatal, pues el sector privado aporta apenas el 21 por ciento del dinero de los ingresos que reciben las Federaciones. Al dinero privado le interesa ante todo el podio, es decir, el rédito inmediato. El desarrollo, silencioso y muchas veces sin podio, corresponde a dineros del Estado.

En el 2008 ya iniciado, la selección de Alfio Basile podrá terminar primera y con buen fútbol ganando su boleto a Sudáfrica 2010, Messi liderar a Barcelona a una Liga de Campeones, Tevez al Manchester United en la Premier League y Juan Román Riquelme a Boca Juniors a una nueva Copa Libertadores de América. Pero no es todo.

El escenario central del deporte mundial en 2008 estará en Beijing y serán los Juegos Olímpicos. Es bueno recordarlo si se pretende afirmar que el deporte es mucho más que fútbol y que un titular consagratorio en los suplementos deportivos de los días lunes.

EZEQUIEL FERNÁNDEZ MOORES