SAN CARLOS DE BARILOCHE (AB).- Entre las últimas horas del 31 y las primeras del Año Nuevo se presentaron siete heridos de arma blanca en el Hospital Zonal y otro en un sanatorio privado, todos con lesiones leves, en tanto que hubo un sólo lesionado con pirotecnia, y buscan a un herido de bala que habría participado en una disputa barrial y hasta ayer al mediodía no aparecía.

La Guardia del Hospital Zonal no registró hechos de gravedad extrema durante las horas previas y posteriores a los festejos de fin de año, pero entre ellos sorprendió la cantidad de heridos de arma blanca que se presentaron para recibir atención médica. Los profesionales tienen la obligación de poner en conocimiento de las autoridades cada uno de los hechos que puedan constituir "delitos contra la vida", y las lesiones lo son, pero cuando éstas son leves es imprescindible la denuncia del damnificado para impulsar la acción penal.

El episodio que podría formar una causa penal es el que ocurrió a las 23.35 del lunes en el barrio Virgen Misionera, en la esquina de Chazarreta y Gómez Carrillo, donde se enfrentaron cuatro jóvenes, vecinos del lugar, y el menor Fabián Carimán, de 17 años recibió un puntazo por el que debió asistirse en el hospital local. En ese enfrentamiento también habría resultado herido con un disparo de bala Juan José Navarro, de 22 años, pero la víctima se retiró del hospital sin recibir atención médica, porque su estado tampoco sería grave.

En el sanatorio "San Carlos" atendieron a otro herido de arma blanca, identificado como Marcelo López, quien ingresó con un corte en el cuello, presuntamente como producto de la agresión de Rubén Camiloni, de 60 años. Este episodio, en el que intervinieron las autoridades de la comisaría Segunda, ocurrió en un comercio gastronómico situado en Urquiza 239, a pocos metros del Centro Cívico, a las 21.55 del lunes.

El único lesionado con pirotecnia que atendieron en el hospital público es un joven que resultó con una herida importante en una de sus orejas, aunque tampoco fue considerada grave.

Los bomberos del cuartel Central fueron convocados ayer por la mañana para extinguir el incendio declarado en una vivienda del barrio El Frutillar, pero las características de la construcción y el rápido avance de las llamas confluyeron para que la casa, de 64 metros cuadrados, ardiera en su totalidad, así como gran parte de los bienes que estaban en el interior.

Los voluntarios también debieron intervenir en un presunto intento de suicidio a las 6.45 de la mañana.