La violenta situación postelectoral en Kenia desató ayer una crisis energética en la vecina Uganda dado que los disturbios, enfrentamientos y antagonismos étnicos impidieron que las exportaciones de petróleo llegaran a países limítrofes que dependen del puerto keniata sobre el Océano Índico.
Los precios del petróleo se cuadruplicaron y prácticamente no hay vehículos en las rutas. El gobierno dijo que se había preparado para este escenario posible y que almacenó reservas de petróleo antes de los comicios. "Teníamos que asegurar que tuviéramos petróleo para una semana tras la elección. Si la violencia continúa la semana próxima, será una crisis pero aún no lo es. Tenemos suficientes recursos para mantenernos una semana", dijo el viceministro de Relaciones Exteriores Henry Okello Oryem.
En tanto, unas 2.000 personas huyeron a las áreas orientales de Uganda tras la violencia política en Kenia, dijo un legislador local a DPA. Las elecciones presidenciales y parlamentarias de Kenia la semana pasada concluyeron con una polémica victoria del presidente Mwai Kibaki por otro período de cinco años en el cargo, pero la oposición rechazó los resultados alegando fraude electoral.