Martes 01 de Enero de 2008 > Sociedad
Custodias de Máxima Zorriegueta agredieron a periodistas
Ocurrió ayer a la salida de un sanatorio privado donde el matrimonio real concurrió para realizar una consulta médica por su hija de 8 meses. Los guardias dieron golpes de puño a los reporteros ante el asombro de la princesa

Bariloche.- La custodia extranjera del príncipe Guillermo I de Orange y Máxima Zorreguieta, agredió a reporteros gráficos de esta ciudad, cuando intentaban impedir que fotografíen la salida de la familia real de una clínica privada de Bariloche.

El matrimonio de Orange que descansa en Villa La Angostura, llegó esta mañana a Bariloche para realizar una consulta médica a su pequeña Ariadna Guillermina, de ocho meses, quien presentaba un cuadro de afección a las vías respiratorias.

Máxima permaneció junto al príncipe durante media hora en el sanatorio San Carlos de esta ciudad donde se le practicó una placa y se medicó a la hija menor del matrimonio por la afección producto del cambio de clima, según indicaron a ADN fuentes del centro de salud.

Cuando los príncipes salían por una puerta lateral del sanatorio custodias extranjeros intentaron impedir el trabajo de los reporteros gráficos y periodistas que realizaban una guardia periodística del acontecimiento.

Los dos custodias, se posicionaron frente al acceso de vehículos del sanatorio, por donde salía el vehículo en el que se transportaba Máxima y su familia, y agredieron físicamente a la reportera gráfica, Alejandra Bartoliche de la agencia Télam.

Los agentes de seguridad, quienes no se expresaban en castellano, impusieron sus manos frente a las cámaras de los reporteros del diario La Nación y El Cordillerano, y cruzaron golpes con Bartoliche, mientras los príncipes ascendían al vehículo que conducía Guillermo de Orange.

Máxima mostró un rostro de asombro ante los sucesos y el vehículo conducido por su esposo se perdió inmediatamente entre el tráfico vehicular de la Avenida Bustillo.

Previo a los incidentes protagonizados por los custodias, dos agentes de la Policía Federal vestidos de civil dialogaron con la guardia periodística para acordar que la princesa se permitiría tomar fotos pero que los reporteros gráficos no se abalanzaran sobre el vehículo.

Fuente: ADN

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