A la oposición sólo le bastó apelar a las mismas herramientas que suele usar el Poder Ejecutivo como para hacerse escuchar en el debate respecto del Presupuesto. El radicalismo tendrá para 2008 casi 39 millones de pesos.

Si bien los dos concejales del Frente para la Victoria -Nilda Belloso y Luis Nievas- como el "arista" Ariel Gallinger aprobaron el proyecto en general, aprovecharon su oportunidad para marcar algunas contradicciones.

Nievas, encontró que entre frase y frase del texto no existen sólo espacios en blanco. Pareciera que el interlineado deja mucha tela para cortar. Observó que la ciudad adhirió a la Red Nacional de Municipios Saludables aunque dijo no haber encontrado un céntimo que defina una estrategia en ese sentido. Advirtió que el estatuto -originario de este tipo de vínculos- exige claramente asignaciones específicas.

En forma indirecta, el representante del ARI dio a entender que, fantasiosamente, algunos párrafos dedicados a la futura gestión son un calco de 2006 y 2007. Puso el acento en que las promesas sobre obras públicas están al orden del día, sin demasiadas puntualizaciones. Lanzó interrogantes respecto de la efectividad que tendrán la promoción del turismo y el desarrollo económico cuando en el reparto se beneficia a los organismos burocráticos de control por encima de las políticas públicas que buscan darle impulso.

Lo actuado y lo que viene fue defendido con uñas y dientes hasta la autocompasión. Primero, la edil Fabiana Malpeli rescató que las finanzas de la actual administración no tienen ningún tipo de sobresaltos. Por caso 619.000 pesos de superávit para 2008 y cinco millones que vienen reuniéndose desde 2006.

Su par Pedro Sánchez propuso a los opositores que buceen en cada secretaría para estar mejor informados sobre cómo gobierna Ferreira.

Tras casi seis horas de deliberaciones quedó flotando que la oposición dejó plantada dos semillas. Voto de confianza hasta cierto punto y que la aplicación de los recursos tendrá vigilancia casi en términos deportivos: marcación "hombre a hombre".

Entretanto, el gabinete estuvo sumergido en cuestiones domésticas, quizá abriendo el paraguas por el "síndrome Cromañón" que se vive para esta época del año.

Hay que recordar que esa tragedia en un boliche porteño dejó un hito importante en materia de seguridad.

Tuvieron que morir 194 personas para que las medidas de seguridad en los lugares públicos-cerrados cobraran seriedad, y la ciudad no escapó a ello.

Las fiestas de fin de año se prestaron para el análisis profundo más allá de las noches tranquilas transcurridas en la previa y pasada la Navidad. Se incluyó en la agenda de discusiones lo que se viene para recibir al nuevo año.

Los funcionarios del Poder Ejecutivo mantuvieron reuniones con la Policía como para que todo funcione sobre rieles dentro de los operativos de seguridad, como también se puso énfasis en verificar la situación de infraestructura en algunos locales ubicados en la costa atlántica.

En esos encuentros se llegó a la conclusión de que no hay que bajar los brazos ni relajar controles.

ENRIQUE CAMINO

ecamino@rionegro.com.ar