-¿Señor Lecompte?... De Argentina, del diario...-Sí, sí.
-Habíamos acordado una entrevista, después de que usted hablara con...
-Sí, sí, recuerdo. Nos están llamando de muchas partes, de muchos países...
-¿Qué significado le acredita usted a esos contactos en relación a la causa por la que lucha?
-Respaldo, señor, respaldo... No es mi causa, es la causa de miles y miles de colombianos que tienen hijos, padres, madres, parientes, amigos, secuestrados por las FARC.
-Por estas horas está en desarrollo la "Operación Emanuel", destinada a liberar tres secuestrados que tienen las FARC. ¿Qué piensa de esto en relación a Ingrid?
-Es un aliento a nuestra lucha, que es el retorno de Ingrid y de todo los secuestrados en manos de la FARC.
-¿Cómo ve la participación de un ex presidente argentino en misión de garante de devolución de secuestrados?
-Es bueno que nos ayuden, muy bueno... Lo veo desde lo estrictamente humano.
-¿Es una causa nacional la de ustedes?
-Colombia está harta de tanta violencia. La gran causa es luchar contra la violencia y por supuesto que nuestra lucha es una causa que crece y crece y hoy, vía los medios de comunicación, tiene alcance internacional... No sabe usted cuánto se nos ayuda cuando podemos transmitir nuestra lucha, nuestra angustia, nuestros desgarros, señor... Una gran tarea señor, una gran tarea...
-Durante la semana usted le dijo a una radio argentina que el secuestro de Ingrid, por el carácter público de su personalidad, por su proyección política, había colocado a escala internacional los secuestros de las FARC.
-Sí, sí, es así.
-¿O sea que antes de ese secuestro el problema existía pero se conocía poco a escala internacional?
-Así es, así es... Tan es así que familiares de otros de los cientos de secuestrados en manos de la FARC suelen decirme a modo de reflexión: "Menos mal que la secuestraron a Ingrid, si no nadie se ocupaba de nuestros secuestrados".
-Duro, ¿no?
-Pero así son las cosas... Imagínese que hay gente que lleva más años bajo secuestro que Ingrid.
-¿La importancia política de Ingrid conspira contra la posibilidad de que la dejen en libertad?
-Hay muchas opiniones al respecto. Nosotros confiamos en que, en un momento dado, por encima de todo prime lo humano, gane espacio lo humano.
-Señor, la realidad política de Colombia en relación con el ejercicio de poder, ¿es bicéfala?
-¿En qué sentido?
-¿Hay una zona del país en manos de las FARC en las que el Estado colombiano ha perdido ejercicio de poder?
-Bueno, hay zonas de guerra que se disputan a balazos...
-Le pregunto esto porque durante la década del '80, en el marco de la guerra civil de El Salvador, la Francia de Mitterrand reconoció al Frente Farabundo Martí como Estado beligerante, todo en el encuadre de la
Guerra Fría que ya no es, claro. ¿Usted cree que las FARC procuran ser reconocidos como Estado beligerante?
-No sé... de hecho son un poder, por supuesto. En función de la causa por la cual luchamos, procuro no hacer política, nuestra causa hace a
lo humano, al derecho a la vida. No digo que esto no tenga que ver con la política sino que no hago ideología. Luchamos por una causa amplia, generosa...
-Comprendo, comprendo... Lo que pasa es que desde afuera la realidad colombiana es muy compleja. De las manos de Uribe, el Estado recuperó un gran espacio que estaba en manos de las FARC y, desde lo económico, el país ofrece datos muy interesantes. Un caso: están mano a mano con Chile en materia de inversiones extranjeras, muy a pesar de la violencia que los castiga...
-Y de la que estamos hartos. Responde a intereses muy cruzados, señor. Los secuestros son sólo una expresión de esa violencia, que en sí misma es una industria.
-El gobierno dice que han disminuido. ¿Usted qué opina?
-Mire, aquí hay dos tipos de secuestros: están los que ejecuta la FARC y están los ejecutados por delincuentes comunes, por bandas. Cuando el gobierno dice que disminuyen los secuestros, toma en cuenta a estos últimos, acciones sobre las cuales practica una política de seguridad más decidida que para con los que hacen las FARC...
-¿FARC es sinónimo de alianza con el narcotráfico?
-Aquí hay de todo. Como le dije: intereses muy cruzados.
-Me impresionó el relato suyo sobre el vuelo que hizo para arrojar fotos de los hijos de Ingrid...
-Fue en zona de operaciones militares contra las FARC, pero había que hacerlo... Incluso nos alcanzó un avión de combate de la Fuerza Aérea Colombiana que dio varias vueltas alrededor nuestro en función de identificarnos... de saber qué hacíamos.
-¿Les habrán llegado a Ingrid algunas de esas fotos?
-Tenemos la esperanza de que sí...
-¿Está viva Ingrid?
-Sí, tenemos la esperanza de que sí. Incluso siempre alimentamos la esperanza de que escucha los mensajes que le emitimos por radio. Lorenzo (el hijo mayor de Ingrid, producto de su primer matrimonio) se encarga de todo eso .
-¿Cómo funciona la esperanza ante tanta incertidumbre? O, en todo caso, ante una incertidumbre tan...
-Tan añeja, tan larga... Funciona, funciona. Se renueva, no sé.
-Usted sabe que Argentina también tiene una historia, algunos tramos muy cercanos incluso de mucha violencia de naturaleza política.
-Sí, sí, conozco...
-Un antropólogo americano que está escribiendo sobre este tema dijo hace poco, aquí, que hay un punto en el camino de la esperanza de los familiares de víctimas de secuestros de índole política en que la esperanza puede llegar a fundarse en un único convencimiento: "No puede ser tanta la crueldad como para perder las esperanzas". Quizá suena voluntarista, pero...
-Pero en ese tipo de reflexión nos movemos aquí nosotros. Y luchamos desde ahí, desde la esperanza. Hay días de abatimiento, claro. Los hay y los hay, pero cuenta no dejarse caer.
-Páez Vilaró, padre de uno de los pibes uruguayos que cayeron con un avión en los Andes, dijo en una oportunidad que ante una tragedia la esperanza suele renovar la vida hacia senderos que uno desconoce o simplemente desdeñó. ¿Se siente eso?
-Bueno, de golpe uno se encuentra luchando por cuestiones que jamás imaginó y con todo eso sobrevienen cambios en uno... La vida adquiere una centralidad inesperada, la solidaridad se descubre en... en una amplitud que desconocía o no practicaba.
-¿Qué significó la divulgación a escala masiva, internacional, de la foto de Ingrid en plena selva?
-Colocar el dolor de ella y de todos los secuestrados en todas partes. Decir "nos está pasando esto"... Son muchos años sin que esto importase nada más que a los familiares...
(En este momento se cortó la comunicación entre el señor Lecompte y "Río Negro". Se volvió a restablecer por segundos, se volvió a cortar y ya fue imposible recuperarla).
Cautela y más cautela
Cuando aborda el tema por el cual recibe docenas de consultas diarias, Juan Carlos Lecompte habla con mucha cautela. Coloca sus reflexiones ajenas a todo contenido político, para lo cual elige las palabras apropiadas.
Por qué esa cautela?
Por una razón de inmensa legitimidad; no quiere que nada de lo que diga dañe la lucha que comparte con cientos de miles de colombianos: la liberación de los centenares de secuestrados que permanecen en las mazmorras de la más antigua guerrilla del continente: las FARC.Es comprensible la actitud de Lecompte. Porque se tiene que mover en un mapa político hostil; entre la hiperquinética sensibilidad del prolijo presidente colombiano Álvaro Uribe y el impenetrable humor del cetrino Manuel Marulanda, legendario líder de las FARC. Un término de más irrita a este o aquel poder.
Luego vuelve a embarrarse un terreno que de por sí ya está despiadadamente embarrado.Y sangriento, muy sangriento.
CARLOS TORRENGO
ctorrengo@rionegro.com.ar