Todos los integrantes del equipo T-Mobile participaron dopados durante el Tour de France 2006, aseguró ayer el experto alemán en materia de antidopaje, Werner Franke, en una radio de Francfort.
De acuerdo a Franke, todos los ciclistas de T-Mobile fueron tratados en la clínica universitaria de Friburgo, donde recibieron transfusiones de sangre prohibidas.
"Según mis informaciones todo el equipo permaneció allí y recibió transfusiones de sus propios glóbulos rojos. Pero esto se ve hasta hoy como tal amenaza al Estado, que sencillamente no se investiga", señaló el biólogo molecular y experto en cáncer.
En caso de que las acusaciones de Franke se confirmen, el escándalo afectaría también, entre otros, al ciclista alemán Andreas Klöden, dos veces segundo en la tradicional vuelta ciclista francesa, y a Michael Rogers, actual capitán de High Road, el equipo sucesor de T-Mobile.
Klöden, quien este año pasó a Astana, aseguró no haberse dopado, posición que reiteró ayer al jefe de su nuevo equipo, Johan Bruyneel, según informó el portavoz Philippe Maertens.
Tanto Klöden como Rogers fueron los acompañantes del alemán Jan Ullrich, también bajo sospecha de doping y retirado.
El alemán Patrik Sinkewitz, ex pedalista de T-Mobile, declaró anteriormente que después de la primera etapa del Tour de 2006 en Estrasburgo, él y sus compañeros fueron en auto hasta Friburgo, donde bajo la dirección de los médicos del equipo, Lothar Heinrich y Andreas Schmid, recibieron transfusiones de sangre.