Miércoles 26 de Diciembre de 2007 Edicion impresa pag. 30 y 31 > Sociedad
Modelos para desarmar

Aún conociendo los métodos anticonceptivos, muchos jóvenes no los usan, por prejuicios y por ciertas concepciones de los roles que supuestamente deberían ejercer tanto las mujeres como los varones.

Desde este tipo de ópticas, según resultó de un estudio cualitativo presentado por el Celsam este año, usar píldoras anticonceptivas sería, para ellas, "mostrarse como una chica rápida y dispuesta a tener sexo", lo cual haría que queden "pegadas" a esa imagen.

Según ellas, es el varón quien debe "cuidarse" y "cuidarla", con toda la amplitud que puedan atribuirle psicológicamente este término. Ellos serían los que "deben saber" cómo ponerse el preservativo, y comprarlos.

La consecuencia de esta forma de pensar sería que cuando su compañero sexual no tiene preservativos a mano o no se lo coloca, ellas no le exigen que lo use por temor a ser rechazadas y "acusadas" de chicas con mucha experiencia sexual. Desde tal perspectiva, "cuidarse" pasa a ser un valor negativo. Así, se someten nuevamente al varón exponiéndose tanto a un embarazo no deseado como al contagio de HIV u otras infecciones de transmisión sexual. Y a esto se suma que ellos, a su vez, también tienen sus excusas para no usar preservativos. De modo que da la impresión de que liberarse de estos prejuicios, por parte de ellas y de ellos, posibilitará un mayor disfrute de la vida sexual.

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