Miércoles 26 de Diciembre de 2007 Edicion impresa pag. 32 > Policiales y Judiciales
Golpearon a una familia en plenos preparativos
Un llamado a la policía permitió evitar el robo. Hay un detenido y tres prófugos

BUENOS AIRES (Télam).- Un hombre y su hijo de 27 años fueron heridos a culatazos por tres delincuentes armados que asaltaron a toda la familia en su casa del barrio de Belgrano mientras realizaban los preparativos para la Nochebuena, aunque la policía pudo evitar el robo y detener a uno de los asaltantes gracias a que otro de los hijos logró llamar al 911.

Fuentes policiales y las propias víctimas informaron ayer que el hecho ocurrió el lunes por la tarde cuando la familia Ofella realizaba los preparativos para festejar por la noche la llegada de la Navidad en su casa de Blanco Encalada 3.022 del barrio porteño de Belgrano.

Un delincuente se trepó desde una propiedad vecina y aprovechó que había una ventana abierta para entrar a la casa armado. "Yo estaba preparando el postre en la cocina y me ponen algo en el cuello. Pensé que era uno de mis hijos y le digo 'no me molestes que no llego con el postre', pero me responden: 'Nena, esto es un asalto' y sentí como me cargaron en el cuello un revólver que ni la policía tiene", contó Beatriz, la dueña de la casa. La mujer explicó que en ese momento había en la vivienda siete personas: ella, su marido, sus tres hijos varones y dos empleadas domésticas.

El asaltante que entró armado amenazó a todos y los encerró en una pieza, salvo al hijo mayor a quien luego de comunicarse vía Nextel con otros tres ladrones que estaban afuera, obligó a abrir la puerta principal para hacer pasar a dos de los cómplices.

"Nos encerraron a todos en una habitación y lastimaron a mi esposo y a mi hijo mayor, de 27 años, dándoles culatazos en la cabeza. Querían dinero, oro y hasta pedían relojes marca Rolex, y no teníamos nada de eso", explicó Beatriz.

Su marido y también propietario de la casa, Julio Ofella, indicó a la prensa que él estaba en el quincho junto a dos de sus hijos cuando entró el ladrón armado. "Entró uno solo y después por Nextel se comunicó con otros tres que estaban afuera y, al rato, obligaron a mi hijo a bajar a abrirles la puerta y entraron dos más", relató el hombre.

"Me encañonaron a mi señora y pedían oro, joyas, Rolex, plata, dólares, euros; cosas de valor que yo no tengo acá", explicó Ofella.

Según el dueño de casa, los ladrones "estaban muy sacados, dos muy alterados, hasta parecían drogadictos, estaban con los ojos rojos y muy nerviosos. Cuando les dije que no tenía nada, me empezaron a agredir, a insultar y uno de ellos me pegó un culatazo en la cabeza, me hace tres puntos y a mi hijo también lo empiezan a presionar para conseguir cosas de valor", señaló.

La odisea terminó a los 15 minutos, ya que otro de los hijos, de 20 años, apenas comenzó el asalto estaba en el quincho, atrás de una cortina y cuando escuchó al delincuente, alcanzó a llamar desde un teléfono al 911 para avisar a la comisaría 37 sobre el asalto. Uno de los ladrones fue detenido.

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