VIEDMA (AV).- El Superior Tribunal de Justicia confirmó la sentencia que condenó a 12 años de prisión a un hombre por haber abusado sexualmente de su pequeña hija. Los jueces del máximo cuerpo judicial de Río Negro, rechazaron el recurso de casación planteado por la defensa del imputado contra la sentencia dictada por la sala A de la Cámara del Crimen de esta capital el 7 de mayo de este año.

Los jueces del STJ valoraron la versión homogénea dada por la menor, "cuyo relato no ha sido reiterativo ni mecánico, y en el que no ha incurrido en contradicciones o inconsistencias en sus elementos sustanciales a pesar del tiempo trascurrido desde la denuncia hasta su comparecencia a la entrevista con la especialista ordenada por la Cámara -aproximadamente tres años-, período en el cual, además, la niña pasó de los cinco a los ocho años de edad".

La resolución agregó que "dada la credibilidad y consistencia de los dichos de la menor aunados a los distintos testimonios, el examen médico de la víctima y la prueba documental incorporada en el debate, en conjunto con el indicio de oportunidad brindado por el propio imputado (relató que dormía la siesta con la menor y que ocasionalmente la besaba en la boca), es posible tener por acreditados el hecho y su autoría material".

Sostuvo que "en este contexto, la discrepancia con el mérito probatorio ensayada por la defensa no tiene andamiaje para contrarrestar los extremos desarrollados, pues no hace más que brindar una excusa defensista carente de toda trascendencia y sustento en contraposición con la prueba ventilada".

Entre estos y otros fundamentos, el STJ rechazó la tacha de arbitrariedad de la sentencia de la Cámara "dictada bajo los indicadores de la sana crítica racional".

La defensa ejercida por el abogado viedmense Ariel Alice sostuvo que los dichos de la menor "están contaminados y no son confiables", al señalar que fue sujeta a una infinidad de interrogatorios y entrevistas, considerando que "simuló, que se contradijo y que sus dichos no merecen credibilidad".

Argumentó que no hubo abuso sexual ni pruebas que lo acreditaran, sino "una ficción del sentenciante" al referirse a una actitud del imputado con la criatura.

Este hecho ocurrió en junio de 2004. Como en informaciones anteriores sobre este y otros temas similares, no se da a conocer la identidad del imputado que hoy purga la condena, por protección a la víctima menor de edad, ya que en este caso, quien fue condenado es el padre de la menor.