CARACAS (AFP).- La liberación de los tres rehenes de las FARC, entre ellos un niño nacido en cautiverio, se retrasaba a una semana de su anuncio, mientras el gobierno de Caracas mantenía total silencio durante la jornada de Navidad, día del cumpleaños de otra rehén, Ingrid Betancourt.

La entrega de Clara Rojas,

quien fue compañera de fórmula presidencial de Betancourt, su hijo Emmanuel y la ex congresista Consuelo González, es esperada desde el martes pasado, cuando se conoció un comunicado del grupo guerrillero, fechado el 9 de diciembre, en el que anunciaba la orden de liberación.

Descrita como un "buen regalo de Navidad" por el presidente venezolano, Hugo Chávez, la inminencia de la entrega fue puesta en duda por la senadora colombiana, Piedad Córdoba, quien regresó el lunes a Colombia tras pasar el fin de semana en Caracas, y anunció que los rehenes no serían liberados "antes de Navidad".

"Ellos no han aparecido y de momento no hay nada. Por eso regresé", señaló a la AFP Córdoba, quien junto a Chávez fue mediadora en la búsqueda del intercambio de 45 rehenes de las FARC por 500 guerrilleros presos hasta que el mandatario colombiano, Álvaro Uribe. los cesó en esa labor el 21 de noviembre.

Entre los rehenes canjeables figura la ex candidata presidencial Ingrid Betancourt, quien este 25 de diciembre cumple 46 años, casi seis de ellos en cautiverio, así como tres estadounidenses contratistas del Departamento de Estado, y decenas de políticos, policías y militares.

En Caracas, la Presidencia venezolana informó que no tiene actividades previstas para la jornada de Navidad, indicó un vocero.

Por su parte, el mandatario colombiano envió el lunes un mensaje de Navidad a los rehenes. "Quiero hacerles llegar un saludo de Navidad a los secuestrados, con la esperanza de que los liberen rápido", indicó.

Uribe confió en que "esa liberación (de los tres rehenes) traiga al niño Emmanuel concebido en el vientre de su madre secuestrada", fruto de una relación con uno de sus captores.

Las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia indicaron que entregarían los rehenes a Chávez, o a quien éste designe, en gesto de "desagravio" luego de que fuese cesado en su mediación.

La zona fronteriza colombo-venezolana, extenso escenario con habitual presencia de grupos guerrilleros, paramilitares, narcotraficantes y delincuentes comunes, se ha mantenido sin mayor despliegue militar ni del lado venezolano ni del colombiano. Esa zona fue recorrida el fin de semana por Juan Carlos Lecompte, marido de Ingrid Betancourt, quien realizó una travesía en avión por las selvas colombianas lanzando miles de fotografías de los hijos de la secuestrada como regalo de Navidad y de su cumpleaños.