Miércoles 26 de Diciembre de 2007 Edicion impresa pag. 45 > Cultura y Espectaculos
Con la intensidad de lo vivido
Rubén Mássimo Todero publicó su tercer trabajo literario, un libro de poesías titulado "Identidad"

NEUQUÉN (AN).- Cuando la narrativa no le fue suficiente para expresar lo vivido Rubén Mássimo Todero recurrió a la poesía, y concluyó redactando un libro que concentra sus amores y desamores, los afectos familiares, los sinsabores, los miedos, las alegrías, el encuentro con la muerte. Bajo el título "Identidad" el libro los mezcla para trazar una línea por donde se asoman sus vivencias.

El "Tata" Todero (como se lo conoce) es idóneo en topografía y dibujo técnico aunque la mayor parte de su vida la dedicó a la construcción de viviendas. "Identidad" es su tercer trabajo literario (el primero de poesía) profundamente marcado por la experiencia de vida que lleva este hombre, de una vida intensa, al punto de que algunos de sus versos describen su relación con la muerte.

"Identidad representa lo que no le contás ni a tu mujer, ni a tu amigo, eso que está en uno y si no escribís se muere con uno, de un hondo contenido espiritual", soltó el autor que a pesar de que se gana la vida de otra manera, escribe desde pequeño. "Siempre tuve esa veta", confesó.

"Fui agrandando mis silencios y aprendiendo sin saberlo a vivir con mis nostalgias", dicen los versos libres del poema "Identidad" que da titulo al libro. La edición cuenta con una ilustración de tapa del artista plástico impresionista húngaro Karl Iván Moricz.

Son cien páginas que cierran de alguna manera el relato introspectivo que Todero comenzó con la escritura de sus dos primeros libros de narrativa: "Lo que el viento se llevo" (2004) y "Casos y cosas del pueblo" (2006). Ambos se caracterizan por encontrar una forma diferente de narrar y contar historias y anécdotas que desnudan el perfil de los neuquinos, e involucran la experiencia de vida de Todero.

Admirador de Federico García Lorca y otros grandes célebres poetas de la literatura universal, el autor se muestra a sí mismo, se desnuda en este libro con valentía y sin tapujos.

Como escribió Lucrecia Casemajor en la solapa, el libro muestra "la identidad vivida y no la que heredamos de la sociedad y la cultura. La misma que se construye a través de toda una vida y que no es posible encontrarla en libros de ensayo ni en filosofía alguna. Una identidad que se construye por la palabra misma, pero con la certeza inconfundible de su propia esencia. Esta es indudablemente su identidad, como cada ser lo es sobre la tierra. Una identidad que se nos revela como el prodigio de quien ha vivido todo acontecimiento con hondura y pretende seguir haciéndolo sin miedos, porque sabe que cuanto más y mejor se viva, más y mejor preparado se estará al final de ese camino".

Todero -según explicó- encontró en la poesía la forma de describirse así mismo, y hacer fructíferos esos momentos de inspiración en los que cree profundamente.

Dijo que "lo encuentran siempre" a través de una mirada, una canción, un encuentro fortuito.

En "Identidad", el "Tata" libera sin duda el poeta narrador y permite al lector hacer un viaje por su interior con la misma intensidad de sus pasos.

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