Miércoles 26 de Diciembre de 2007 Edicion impresa pag. 44 > Cultura y Espectaculos
Experiencias de avión
"Gracias por volar conmigo" es el primer libro del actor y conductor Fernando Peña. En él cuenta con humor anécdotas de más de una década como tripulante.

BUENOS AIRES (Télam).- El actor Fernando Peña, en su primera incursión literaria titulada "Gracias por volar conmigo", recrea con humor una serie de vivencias y anécdotas que marcaron sus años como tripulante de avión.

¿Cómo es trabajar desde el cielo? ¿Qué es ser comisario de a bordo? ¿Qué sucede dentro de un avión? ¿Cómo son los tripulantes, los pilotos, los pasajeros? Con dosis parecidas de ironía y cinismo, el también conductor de radio responde a estas preguntas en su flamante libro, publicado por el sello Sudamericana.

En 1986, Peña comenzó a trabajar como tripulante de a bordo para Eastern Airlines -luego adquirida por American Airlines en 1991- y se desempeñó en ese rubro más de una década, cuando fue despedido luego de un raid que incluyó ataques de pánico y borracheras en medio de la rutina laboral.

"El libro empieza con un tono festivo y termina con una cosa muy densa. Eso es típico de mí: soy muy melancólico... soy muy cine francés", aseguró el actor a Télam.

"Me resultó muy complejo de escribir, sobre todo porque me llevó a recorrer un camino sensorial. Al escribir a modo de diario, como fue este caso, la memoria se fortalece muchísimo más -explicó-. A medida que iba escribiendo, esa época se volvió muy vívida, muy carne cruda".

Con "Gracias por volar conmigo", Peña consigue algo inusual para su incontinencia autobiográfica: su "personaje" aparece casi desdibujado y quedan a cambio en primer plano los elementos que ilustran el universo singular de la aviación.

"Me gustó correrme a un costadito... lo hice a propósito y me parece que funcionó. Creo que el libro es atractivo por eso -señaló-. Mucha gente me ha comentado incluso que les permitió conocer un costado menos explorado y difundido de mi vida".

A lo largo de 260 páginas, Peña desgrana anécdotas y confesiones que incluyen aterrizajes forzosos,

pasajeros, tripulantes, pilotos, destinos, amantes, familia, compañeros, baños, pasiones, sexo, secretos, placeres, hoteles y ciudades como Londres, Nueva York y Miami.

"Gracias por volar conmigo" fue antes que nada una obra de teatro, pero los condicionamientos temporales del formato motivaron a Peña a ir por más: "La obra me quedaba chica y sentí la necesidad de escribir este libro, que si bien carece de un peso intelectual lo considero ameno", explicó.

Los relatos del libro están ilustrados por fotografías del álbum familiar del actor, que fiel a su estilo no se guarda ningún secreto sobre su propio pasado, como cuando relata el prematuro divorcio de sus padres "por una infidelidad en plena luna de miel" o sus correrías sexuales en el baño de un avión.

Luego viene la descripción de su pasión por los aviones, que Peña asocia en parte a la figura de su padre: "El olor a mi papá que viajaba todos los fines de semana en avión para verme fue lo que me disparó el amor por los aviones", recordó.

"Ese olor me remitía al glamour, al misterio, al 'desde dónde venía mi padre'. Me gustaba su olor a una ciudad misteriosa, a una imagen, pero de ninguna manera tuvo que ver con una forma de acercarme a él", acotó.

Más adelante, con su desparpajo habitual, el actor sobrevuela los años en que trabajaba necesitado del sueldo para afrontar el tratamiento de su madre, enferma de cáncer: "Somos almitas muy pobres e indefensas y esta vidita de cartón pintado y de jet set nos hipnotiza y acapara sin piedad", reflexiona en su libro.

"Creo que si no hubiera mediado la enfermedad de mi madre mi historia con la aviación hubiera tenido otro desenlace: yo tenía unos terribles ataques de pánico y aún así seguí volando para mantenerla a ella", concluyó Peña.

Use la opción de su browser para imprimir o haga clic aquí