El papa Benedicto XVI pidió el martes la paz para el mundo, de Darfur a Sri Lanka y "en particular por Irak, Líbano y Tierra Santa", y denunció "el terrorismo y la violencia" de los que son víctimas "los niños y las mujeres", en su tradicional mensaje "Urbi et Orbi" (a la ciudad y al mundo) de Navidad.
"Que el Niño Jesús traiga consuelo a quien vive en la prueba e infunda a los responsables de los gobiernos sabiduría y fuerza para buscar y encontrar soluciones humanas, justas y estables", añadió el Papa. Dijo además que la Navidad es un "acontecimiento histórico y misterio de amor, que desde hace más de dos mil años interpela a los hombres y mujeres de todo tiempo y lugar. Es el día santo en el que brilla la gran luz". Y añadió que "los pequeños, los pobres en espíritu: éstos son los protagonistas de la Navidad".
En la Argentina, el arzobispo de Buenos Aires y cardenal primado de Argentina, Jorge Bergoglio, convocó a reconocer "la señal" para reconocer a Dios en un mundo de sencillez, humildad y pobreza. "El signo de Dios en este mundo es la humildad, la pobreza y la sencillez, mientras que el mundo sólo reconoce la soberbia y el aplastarle la cabeza a los otros", dijo el religioso durante la homilía. Consideró que en oposición a la sencillez "nos seduce a todos el mundo de la apariencia, de lo fácil, del poder, el mundo de la vanidad y del orgullo, y el escalón es claro: dinero, vanidad, poder, orgullo y a medida que se sube por esa escalera nos alejamos del chico recién nacido en pañales y recostado en un pesebre".
En Alemania, el mensaje de Navidad de la Iglesia, tanto de la católica como de la protestante, hizo hincapié este año en la necesidad de proteger más eficazmente a la niñez.
El representante de la Iglesia Católica en Alemania, Karl Lehmann, lanzó una critica a la sociedad alemana en su mensaje, a la que tachó de despiadada por no atender debidamente a las necesidades de los pequeños con más dificultades.
Por su parte la reina de Inglaterra, Isabel II, llamó a sus conciudadanos en su mensaje de Navidad a no dejar a un lado a las personas que están "al margen de la sociedad". Todo individuo tiene "la responsabilidad de ocuparse de los desprotegidos", afirmó. Y todos pueden "sacrificar un poco de su tiempo, sus conocimientos y sus posesiones" para ayudar a los necesitados. (AFP/Télam/DPA)
