NEUQUÉN (AN).- "Me inscribí en la convocatoria como quien va a un quiosco y compra un número de lotería". Así fue como el titiritero Jorge Onofri ganó uno de los cuatro premios que otorga "Iberescena", programa intergubernamental de promoción y apoyo a la creación, producción y circulación de bienes culturales de Iberoamérica. El premio que el artista cipoleño recibió consiste en seis mil dólares para la creación de una dramaturgia. Onofri fue seleccionado entre 180 aspirantes y es uno de los cuatro argentinos que fue beneficiado con este aporte de Iberescena. El pasaporte a la distinción fue el proyecto de una obra de títeres para adultos que se llamará "No quiero morir desnudo", idea que viene gestando desde hace tiempo.
"Hace un año que tenía un proyecto en mente que me estaba dando vueltas. Me senté a escribirlo y traté de ser lo más claro y honesto posible y la verdad que cuando terminé de leer lo que había escrito me gustó, ojalá que cuando termine de escribirla, la obra me salga igual de buena. La presenté sin ninguna esperanza real de que me tocara, creo que hay mucha gente con trayectoria que podría haber sido tenida en cuenta", contó Onofri, feliz por el premio, del que se enteró justo el día de su cumpleaños.
"No quiero morir desnudo", transitará por la vejez y por los últimos momentos de la vida antes de cruzar la línea e ingresar en el universo de la muerte. "Me interesa mucho la temática de la vejez, de la muerte y ese pasaje, ese instante desconocido en el que se pasa de una dimensión a otra. Hay muchos relatos de que es un momento de recorrido de todo lo vivido anteriormente y entonces me pregunté cómo es ese recorrido para un asesino, para un violador, un torturador, para un creador, para alguien que amó mucho, para alguien que no fue amado, para alguien que tuvo sueños que no pudo cumplir. De eso se tratará la obra", detalló el titiritero y director teatral.
Onofri, tiene aun la pieza teatral en su mente, pero a través de su imaginación la cuenta como si ya estuviera en escena. Se imagina un espectáculo muy visual, musical, con imágenes parecidas a las que pululan por los cabarets. Un espectáculo nacido de una profunda y cuidadosa investigación con los actores de Atacados por el Arte, y planteado siempre desde el humor.
La historia transcurrirá en una sala de terapia intensiva, en la que los protagonistas están transitando ese último paso de la vida. Los títeres serán los personajes centrales que interactuarán con los actores titiriteros que además de manipularlos, oficiarán de médicos y enfermeros.
Lo interesante del planteo de la obra futura de Onofri es el juego de temporalidad que imagina en escena. "Habrá dos situaciones temporales. El aquí y el ahora planteado en esa camilla de hospital donde los viejos se están muriendo y lo que sucede en ese momento del paso, ese momento en que los viejos mostrarán sus imágenes de su pasado que tienen que ver con los sueños de brillos y esplendores que no se alcanzaron. Vamos a poder ver a esos viejos como se ven ellos jóvenes pero en realidad conservando sus cuerpos de viejos, vestidos como de otra época, cantando y bailando. También estarán aquellos que guardan recuerdos horrorosos, un asesino por ejemplo", imaginó Onofri.
