Las autoridades uruguayas trabajaban ayer contrarreloj para limpiar de las aguas del océano Atlántico los cerca de 15.000 litros de petróleo derramados por el buque Front Brant cuando bombeaba 1 millón de litros a la boya instalada frente al balneario José Ignacio, a 30 kilómetros de Punta del Este. El derrame provocó la reacción del comité departamental de emergencia en la localidad de Maldonado y el traslado hasta la zona de autoridades municipales y nacionales, preocupadas porque el incidente afecte la temporada de verano. Los fuertes vientos, que provocaron olas de hasta 3 metros, impidieron a los remolcadores de la empresa estatal de combustibles Ancap llegar hasta la zona para aplicar dispersantes sobre la mancha de petróleo, aunque su presidente, Daniel Martínez, aseguró que se trata de una "mancha pequeña".

Las autoridades de la petrolera dispusieron la colocación de una malla de contención en la desembocadura de la laguna José Ignacio para evitar que el petróleo invada la zona a través de los canales que la unen con el océano.