Lunes 24 de Diciembre de 2007 Edicion impresa pag. 2 y 3 > Nacionales
Nuevos detalles sobre Antonini Wilson: cómo se decidió a colaborar
La decisión de confesar había sido un rumor en toda Venezuela a pocos días del escándalo. El misterio es cómo sus ex amigos igual se aventuraron a reunirse con él para presionarlo.

No bien pisó Miami tras su frustrado paso por la Argentina y Uruguay, Guido Antonini Wilson se puso en contacto con sus socios de la "boliburguesía gubernamental rojita" (los empresarios cercanos al presidente Hugo Chávez). Pero éstos dudaron o no le respondieron.

A Antonini "no le quedó otra salida que contactar a las autoridades estadounidenses. Salvando su pellejo, ya que tiene la nacionalidad gringa, el gordo de la maleta comenzó a contar de todas sus andanzas y sociedades ante funcionarios de dos organismos del norte".

Así lo escribió el popular periodista caraqueño Nelson Bocaranda en el diario "El Universal". Se trata de uno de los periodistas mejor informados de Venezuela. La manera como Antonini decidió colaborar con las autoridades de Estados Unidos fue anticipado por Bocaranda el 14 de agosto en una radio y lo escribió dos días después en uno de sus habituales comentarios. El 4 de agosto fue la incautación de los 800.000 dólares de la valija en Aeroparque y el 6 de agosto su presencia en la Casa Rosada, atestiguada por una ex funcionaria y desmentida por el gobierno de Cristina.

"El Herald" de Miami dio a conocer ayer este dato que es novedoso para Argentina, pero no lo fue para Venezuela, ya que el comentario de Bocaranda fue ampliamente difundido por la

prensa, la radio y la televisión, ampliada por otros colegas y replicada en numerosos portales de internet. Era un rumor nacional, dice el diario, entonces se pregunta: ¿cómo es que, a pesar del insistente rumor de la colaboración de Antonini con el gobierno de Estados Unidos, sus amigos, Franklin Durán y Carlos Kauffmann, se sintieron en confianza como para reunirse con él en el sur de la Florida y someterlo a una intimidación a nombre del gobierno de Venezuela?

También se conocieron pormenores del encuentro de Antonini con sus ex amigos acusados de extorsionarlo.

" En declaración bajo juramento, el agente del FBI, Michael J. Lasiewicki afirmó que el 23 de agosto del 2007, ocho días después de que Bocaranda echó andar el rumor, Durán, Kauffmann y Moisés Maionica, un abogado venezolano, se reunieron con Antonini en Fort Lauderdale. Allí le revelaron que la valija con unos u$s 800.000, confiscada en la madrugada del 4 de agosto en Aeroparque, tenía como destino la campaña electoral de la presidenta Cristina Fernández. En esa misma reunión, Kauffmann le habría advertido a Antonini que sus decisiones futuras podrían poner en riesgo la vida de sus hijas, dos menores de edad que viven en Key Biscayne. Esta amenaza fue omitida luego en el encausamiento formal.

" Durán, acusado junto con Kauffmann de actuar como agentes del gobierno venezolano, le habría comunicado a Antonini que había analizado su situación con dos altos funcionarios de la Disip (Dirección de Servicios de Inteligencia y Prevención) y del Ministerio de Justicia de ese país.

" Todo indica que la presión de los rumores empezó a preocupar a los amigos de Antonini. En un viaje que Durán realizó a Miami el 7 de setiembre, le dijo que el gobierno de Venezuela desconfiaba de él por cuanto tenía sospechas de que estuviera hablando con las autoridades de Estados Unidos, según el encausamiento revelado el jueves.

La manera como Antonini logró recuperar la confianza de sus amigos y disipar las dudas sobre su lealtad, es un misterio.

A juzgar por lo que describe el encausamiento, debió ser un compromiso muy convincente, pues ocho días después recibió una llamada en Miami de Maionica en la que el abogado caraqueño se sintió a sus anchas para comentar sobre la importancia que había adquirido en los más altos niveles del gobierno el fiasco del maletín.

" Maionica le dijo que había participado en una conversación entre el vicepresidente de Venezuela y el director de la DISIP en la cual le fue encomendada la "misión" de actuar como intermediario, afirma la acusación. Al parecer los servicios de inteligencia también se sintieron tranquilos respecto al doble juego de Antonini, tanto así que el 28 de octubre enviaron al emisario Antonio José Canchica Gómez para que escuchara de viva voz las "inquietudes" del empresario.

Los venezolanos le ofrecían u$s 2 millones y pagar todos los gastos en los que incurriera con motivo de las multas que se le impondrían en Argentina, donde está acusado de contrabando y lavado de dinero, afirma la acusación.

" Cánchica se reunió con Antonini en una cafetería de Plantation para que aceptara la ayuda discreta y efectiva que le estaba ofreciendo el gobierno venezolano a cambio de su silencio. Alrededor de una cafetería Starbucks, el uruguayo Rodolfo Wanseele, también acusado, hizo las labores de contrainteligencia para verificar que no hubiera sospechosos monitoreando la conversación. ("El Herald", EFE y Redacción Central)

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