NEUQUÉN (AN).- Será un año seco en las montañas y no habrá abundancia de agua para generar electricidad, por más que el gobierno nacional quiera sacarle hasta el último jugo a las hidroeléctricas del Comahue. Todo eso permite a los técnicos de la Autoridad de Cuencas (AIC) determinar que los caudales con los que el río Neuquén llega a la zona de los puentes entre Neuquén y Cipolletti serán similares a los de ahora e incluso inferiores en marzo y abril.
Así como está funcionando la regulación del río Neuquén, la relación entre lo que entra al complejo Cerros Colorados y lo que deja pasar hacia el valle la última presa, El Chañar, es altamente deficitario, lo que hace que los embalses bajen.
Por caso, el río Neuquén llegaba el viernes a la mañana a Portezuelo Grande, que es la presa que desvía el agua hacia la cuenca de Los Barreales con 148 metros cúbicos por segundo y al valle llegaban un promedio diario de 160.
A ese caudal hay que restarles los 70 a 90 metros cúbicos de agua que se llevan los sistemas de riego de Río Negro y de Neuquén.
Según los pronósticos de la AIC, en enero el promedio mensual de erogaciones desde El Chañar será de 190 metros cúbicos por segundo, en febrero de 176, en marzo de 149 y en abril de 125 metros cúbicos por segundo.
El sistema de riego del Alto Valle rionegrino es el que más recursos precisa; se estima que son unos 70 metros cúbicos por segundo, lo que hace que desde el aire el canal de riego se vea más caudaloso que el cauce mismo del río. (R. C.)