JUNÍN DE LOS ANDES (ASM).- La tragedia envolvió al populoso barrio Lanín en una columna de llamas. Dos personas encontraron la muerte al cobrar fuego la vivienda en la que moraban, y sus cuerpos fueron hallados horas después, carbonizados. Pero los bomberos debieron hacer ingentes esfuerzos también para evitar que el siniestro se extendiera a un caserío lindante.
En la vivienda se domiciliaban Berta Nahuelcura, de 56 años, y Romualdo Calfueque, de 51. Se presume que son las víctimas fatales, pero nada podrá afirmarse en ese sentido hasta que las pericias confirmen las identidades de los cuerpos, ya que el estado en que fueron hallados los hacía irreconocibles. Por otra parte, no se podrán usar las huellas dactilares para facilitar la tarea.
El episodio se desató alrededor de las 2 de la madrugada de ayer, cuando por causas que se investigan se declaró un incendio en una vivienda confeccionada en cantoneras y chapas, de la calle Cacase al 685.
Los Bomberos Voluntarios de Junín llegaron de inmediato con el primer aviso, pero el incendio ya estaba generalizado. Las lenguas de fuego se alzaban por varios metros, recortadas en naranjas, amarillos y blancos intensos sobre el telón de la noche.
Vecinos desesperados intentaban evitar que el fuego se extendiese a sus viviendas, a la vez que clamaban por la suerte de los dos moradores de la casa en llamas.
Tres dotaciones de Bomberos del cuartel de Junín atacaron el siniestro. Unos 12 combatientes y tres autobombas acometieron la tarea de detener el siniestro para que no se extendiese sobre las viviendas vecinas, al tiempo que procuraban su completa extinción en el foco principal. La tarea fue a destajo y contrarreloj, porque las llamas ya habían comenzado a extenderse sobre el techo de una de las casillas lindantes.
Médicos y paramédicos del hospital local ya estaban a disposición, mientras la Policía de Junín de los Andes disponía un perímetro de seguridad. Había que ocuparse tanto de aquellos que estaban dentro del villorio y debían ser resguardados, como de las decenas de curiosos que se fueron congregando en torno del perímetro establecido por la Policía.
En esas condiciones se desenvolvió la tarea de los equipos afectados al operativo, hasta que finalmente se lograron extinguir las llamas y, con ello, cedió el pico de nerviosismo. Pero antes de ingresar a los restos humeantes de la precaria casa, hubo que enfriar con agua los materiales calcinados.
Confundidos con el negro de paredes y enseres carbonizados, fueron finalmente hallados los cuerpos cuando los rescatistas lograron acceder al cuadro de lo que alguna vez fue una casa.
Como se apuntó, los cadáveres estaban carbonizados y era imposible cualquier intento de identificación, para lo que se esperará el resultado de las pericias de rigor. Los cuerpos fueron trasladados a la morgue del hospital local.
En tanto, ayer por la mañana, bomberos -en este caso, los basados en Aeropuerto Chapelco- y personal policial retornaron al lugar para completar las investigaciones con luz diurna.
Si bien al cierre de este despacho se ignoraban las causas del trágico siniestro, trascendió que algunos de los vecinos dijo recordar que la pareja de moradores solía alumbrarse por las noches con velas.
Algunos hasta dieron cuenta de un "resplandor naranja" proveniente de la vivienda, antes de que se desataran los terribles sucesos.
