SAN CARLOS DE BARILOCHE (AB).- El hotel Llao Llao ya puso en marcha su nueva planta depuradora de efluentes y líquidos cloacales, construida con la más moderna tecnología disponible en plaza, la cual será tomada como referencia para los nuevos emprendimientos hoteleros en Río Negro. Su funcionamiento fue auditado por técnicos del DPA y será operada por una empresa consultora local, especializada en trabajos ambientales.

Durante la visita a la planta los periodistas pudieron observar una muestra de lo que se vuelca al lago Nahuel Huapi: un vaso de agua muy clara y con apenas un poco de olor a cloro. "Nosotros tomamos el agua del lago, por ello nunca lo contaminaremos", dijo uno de los ingenieros presentes.

La recorrida contó con la presencia del ministro de Turismo de la provincia, Omar Contreras, y estuvo guiada por el gerente de Infraestructura del hotel, Alberto Isla, quien mostró cada una de las nuevas dependencias y explicó su funcionamiento.

Los líquidos tratados se vuelcan al Nahuel Huapi y los barros, se derivan a la planta de compostado de la CEB.

La planta es totalmente subterránea y su diseño se amalgama con el entorno, cubierto de vegetación.

No hace falta ser un experto para comprobar que se construyó con la mejor tecnología disponible y que los efluentes del hotel son tratados con todos la tecnología necesaria para evitar malos olores y contaminación. Su costo parece confirmar los resultados: la inversión orillo los 5 millones de pesos.

Isla explicó que diariamente el hotel genera alrededor de 200.000 litros de líquidos, lo cual se duplicará cuando comience a funcionar la ampliación, prevista para este fin de semana. Con plena ocupación, se alojan allí 405 personas y trabajan unos 450 empleados. Esto podría generar entre 350 y 400 metros cúbicos de efluentes. La planta está diseñada para 500 m3, lo cual garantizaría un correcto funcionamiento.

La planta será operada por seis personas, que controlarán un laboratorio, sala de control, sala de productos químicos y de dosificación, un taller, sala de sopladores y la planta propiamente dicha.

Ocupa una superficie de 675 metros cuadrados, con un edificio totalmente cerrado que demandó 900 metros cúbicos de hormigón, con una estructura monocasco que puede incluso soportar algún movimiento sísmico.

Contreras dijo que la obra servirá para marcar un parámetro en los nuevos hoteles que se construyan en la provincia. Afirmó que "los existentes también deberán adecuar sus instalaciones para preservar el medio natural". Cabe recordar que en la zona del Llao Llao hay varios hoteles con sistemas muy antiguos, los cuales vuelcan los líquidos al lago.

Tampoco en el cerro Catedral hay una planta que permita tratar adecuadamente todo lo que en invierno desechan los establecimientos existentes.