La dirigencia sindical del barrionuevismo y del sector denominado "los gordos" se reunieron ayer para sumar fuerzas y ratificar su intención de alejar al camionero Hugo Moyano de la jefatura de la CGT, porque según afirmaron "está agotada" su "etapa" y no supo "conducirlos". El cónclave que deliberó ayer por la tarde durante tres horas en la sede de la Unión Obrera de la Construcción (UOCRA) reunió a más de una decena de representantes de gremios antimoyanistas en un almuerzo servido en el gremio que encabeza Gerardo Martínez.

La ofensiva se profundiza mientras se multiplican los hechos violentos que en las últimas semanas han tenido como víctimas a dirigentes cercanos al camionero.

Durante el mediodía, una demostración de fuerza se vivía en las calles de la Capital Federal, ya que millones de personas sufrieron las consecuencias del caos vehicular que se produjo por los sorpresivos cortes que realizaron trabajadores de la UOCRA, el gremio de Martínez, el más fuerte rival de Moyano para tomar las riendas de la CGT.

Los trabajadores de la UOCRA realizaron piquetes en una treintena de puntos clave de la Capital Federal en reclamo de mayores medidas de seguridad laboral. El gremio respondió, de esa manera, a la sucesión de accidentes graves en las obras en construcción, que provocaron la muerte de trabajadores y dejaron en evidencia la falta de seguridad adecuada. La protesta generó, a su vez, grandes embotellamientos en la Ciudad de Buenos Aires y atascos con demoras de hasta 50 minutos en algunos puntos de acceso.

La medida de la UOCRA tuvo una lectura política derivada de la interna sindical entre Martínez y Moyano, quien pretende renovar su mandato al frente de la organización en junio de 2008.

Precisamente, Martínez compartió el último lunes el acto de inauguración de un hotel en Mar del Plata junto a la presidenta Cristina Fernández de Kirchner, lo que reavivó el conflicto con los moyanistas, que mantenían una estrecha relación con el ex presidente Néstor Kirchner, pero a los que ahora Cristina les habría bajado el pulgar.

La protesta de ayer se cumplió entre las 10 y las 12 en distintos puntos de la ciudad y en al menos una treintena de obras en construcción, aunque no en las "doce mil obras porteñas" como se había anunciado desde el gremio.

Pasado el mediodía de ayer el tránsito comenzó lentamente a normalizarse, aunque se estimaba que recién en las primeras horas de la tarde la situación se regularizaría totalmente.

Del encuentro de opositores a Moyano participaron Jose Luis Lingeri (obras sanitarias), Oscar Lescano (Luz y Fuerza), Luis Barrionuevo (gastronómicos), Juan José Zanola (bancarios), Andrés Rodríguez (UPCN), José Pedrazza (ferroviarios), Carlos Acuña (estaciones de servicios), Rodolfo Daer (alimentación) Vicente Mastrocola (plásticos) y Luis Campos (carga y descarga), entre otros.

Barrionuevo, principal impulsor del alejamiento de Moyano de la CGT desde hace más de un año, dijo después que "con este nuevo gobierno elegido por el voto popular, la CGT también necesita un nuevo conductor".

Pero no todas fueron palidas para Moyano. Anoche, el ex presidente Néstor Kirchner fue al Polideportivo del Sindicato de Peones de Taxis para participar de una cena con la cúpula de la CGT y no hizo declaraciones a la prensa.

La presencia del ex mandataria no deja de ser llamativa, ya que desde el gobierno de su esposa los gestos de reparo ante el camionero son más que notorios.

Además del ex jefe de Estado, estaban presentes el jefe de Gabinete, Alberto Fernández, el secretario general de la Presidencia, Oscar Parrilli, el ministro del Interior, Florencio Randazzo, el de Trabajo, Carlos Tomada, y el secretario de Transporte Ricardo Jaime. La cena, encabezada por Hugo Moyano, se desarrolló en un predio del Sindicato de Peones de Taxis, ubicado en Quintino Bocayuva al 1200, en esta ciudad. (DyN)