SEÚL (AFP) - El candidato conservador Lee Myung Bak ganó de forma arrolladora las elecciones presidenciales celebradas este miércoles en Corea del Sur, poniendo fin así a una década de dominio de la izquierda.
Sus adversarios políticos ya reconocieron la victoria de Lee, ex presidente ejecutivo de Hyundai que prometió durante la campaña reactivar la economía surcoreana y adoptar una postura más firme respecto a Corea del Norte.
Con el 89% de los votos escrutados, el ganador había logrado el 48,2% de los sufragios, mientras que su inmediato perseguidor, el candidato del partido gubernamental Chung Dong-Young, sólo alcanzaba el 26,7% de los votos.
Ésta es la mayor diferencia en unas elecciones en la historia democrática de la república surcoreana. "Querido pueblo, me han dado un apoyo aplastante", dijo el candidato ganador a su electorado desde el cuartel general del Partido Gran Nacional (GNP). "Daré lo mejor de mí para reactivar la economía del país", añadió. Sus principales rivales, el candidato liberal del partido gubernamental Unión por una Nueva Democracia, Chung Dong-Young, y el independiente conservador Lee Hoi-Chang, aceptaron la derrota.
Lee Myung-Bak, que este miércoles cumplió 66 años, se convertirá el próximo 25 de febrero en el primer presidente surcoreano surgido del mundo de los negocios y también en el primero que se enfrenta a una investigación judicial, por su presunta implicación en un caso de malversación de fondos.
Pese al escándalo financiero, muchos electores consideraron que Lee es el candidato mejor formado para reactivar la economía surcoreana, marcada por un fuerte aumento del desempleo entre los jóvenes, un creciente abismo entre salarios y la caída de precios del sector inmobiliario. La décima economía mundial registra una cómoda tasa de crecimiento de 4,4%, pero lejos del glorioso 8% antes de la crisis asiática de 1997.