MADRID.- Una bomba estalló en la madrugada de ayer en un juzgado de Sestao (País Vasco) causando daños materiales después que una llamada en nombre del grupo armado separatista vasco ETA avisara de la inminente deflagración, informó el gobierno vasco.

Una voz anónima que dijo hablar en nombre de ETA avisó sobre las 00:30 locales (23:30 del sábado GMT) a la Asociación de Ayuda en Carretera (DYA) "que hacia la una de la madrugada iba a estallar una bomba en los juzgados de Sestao", según la misma fuente.

"Te llamo en nombre de ETA. A la una va a estallar una bomba en los juzgados de Sestao. ¿Me has entendido?", advirtió el supuesto activista de ETA, según relatan los medios españoles.

A la hora anunciada, la bomba, compuesta por entre dos y tres kilos de explosivos y que estaba escondida en una mochila, hizo explosión a la puerta del edificio judicial de esta localidad de la provincia de Vizcaya, cerca de la capital, Bilbao.

La explosión "se pudo oír a varios kilómetros de distancia", según la Policía, que tuvo tiempo de desalojar a los clientes de dos hoteles cercanos al tribunal.

La deflagración no causó heridos, pero sí "daños materiales en los accesos del juzgado, la puerta de entrada, techos del interior y un portal cercano", según la fuente.

El consejero (ministro regional vasco), Joseba Azkarraga, relató tras visitar el lugar del atentado que la explosión hizo saltar las grandes puertas de madera de entrada a los juzgados y dejado un socavón de dos metros de profundidad a la entrada de la sede judicial.

El nuevo atentado de ETA suscitó el rechazo y condena de todas las fuerzas políticas. Desde el Partido Nacionalista Vasco (PNV, moderado, en el poder el País Vasco), su presidente, Iñigo Urkullu expresó su "condena y rechazo" por "toda la serie de actos violentos que durante estos días se han desarrollado en Euskadi", mientras que el portavoz de la ejecutiva del partido Socialista de Euskadi, Rodolfo Ares, afirmó que "ETA será derrotada por la acción del Estado de derecho y por la repulsa y el rechazo de todos los demócratas".

El nuevo atentado de ETA llega horas después que la organización separatista armada vasca anunciase en un comunicado su intención de atacar a las fuerzas de seguridad españolas "en cualquier lugar", en referencia al asesinato de dos guardias civiles el primero de diciembre en Capbreton (sudoeste de Francia), cuya muerte reivindicó en esa misma nota.

Los agentes Raúl Centeno y Fernando Trapero, participaban en un operativo conjunto hispano-francés contra ETA cuando se encontraron de modo fortuito con tres miembros de la organización en una cafetería de Capbreton. (AFP/AP)