Lunes 17 de Diciembre de 2007 Edicion impresa pag. 20 y 21 > Internacionales
Las alianzas forzaron la definición

La "hoja de ruta de Bali" fue aprobada in extremis ante la inflexible posición de Estados Unidos, que exigía mayores compromisos de reducción de las emisiones de gases de efecto invernadero por parte de grandes países emergentes como China, India o Brasil.

E inmediatamente después de su aprobación en Bali, en Washington la Casa Blanca expresó su descontento.

Según los expertos, esto muestra que habrá que esperar hasta que los estadounidenses elijan a un nuevo presidente, a finales de 2008, para que el proceso logre avanzar.

"En las elecciones en Estados Unidos el cambio climático ocupa probablemente un lugar relevante en el debate, con la ventaja de que sus ciudadanos tienen cada vez un conocimiento mayor y más responsable" sobre el calentamiento, afirma Pablo Cotarelo, de la ONG española Ecologistas en Acción.

Los países europeos y en vías de desarrollo, que en Bali se aliaron contra la postura norteamericana, tienen ahora la esperanza de que el próximo inquilino de la Casa Blanca vuelva a poner a Estados Unidos en la vía definida por Bill Clinton e ignorada por George W. Bush.

"Es patente que el conjunto de los ciudadanos de Estados Unidos ha ido cambiando su posición de forma notable respecto al cambio climático", afirmó la ministra española de Medio Ambiente, Cristina Narbona, recordando que 23 estados norteamericanos están comprometidos con las reducciones de CO2 contra la postura del gobierno federal.

Catástrofes climáticas como el huracán Katrina en el 2005, los gigantescos incendios en California o las pronunciadas sequías en el medio oeste han contribuido a esta sensibilización.

"Estos desastres les han mostrado el dolor de ser víctima del cambio climático, lo que principalmente ocurre en los países en desarrollo", afirma Marcelo Furtado, director de campañas de Greenpeace Brasil. (AFP)

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