Lunes 17 de Diciembre de 2007 Edicion impresa pag. 37 > Cultura y Espectaculos
Jack Nicholson ante el desafío de la muerte
En su última película interpreta a un hombre que decide disfrutar lo que le queda de vida.

NUEVA YORK (DPA) - Pocos actores logran navegar diferentes géneros con la facilidad y el talento de Jack Nicholson. Su carrera contiene un rico y abundante mundo de personajes diferentes, todos ellos con un magnetismo único y un fuerte poder de seducción.

De gangster brutal a paciente en un hospital mental, de amante satánico a astronauta romántico, no existe personaje que sea imposible de representar para el carismático actor, incluso a sus 70 años.

Su último proyecto, la comedia "The Bucket List", cuenta la historia de dos hombres muy diferentes (Nicholson y Morgan Freeman), que se conocen en el sector oncológico de un hospital y deciden disfrutar al máximo lo que les queda de vida y realizar todas las cosas que siempre quisieron hacer.

De esta forma, los dos se embarcan en un viaje lleno de aventuras, en el que escalan montañas, se tiran en paracaídas y visitan el Taj Mahal, entre otras cosas.

Pero es la personalidad de Nicholson la que le da un toque divertido, humorístico y hasta insolente a la trama, la cual sin su presencia se reduciría a la simple historia de dos ancianos con sueños no realizados.

El actor brilla en una escena en la que su personaje se desplaza a alta velocidad en una pista para autos de carrera, con su famosa sonrisa atrevida en el rostro que se ha convertido prácticamente en su marca registrada.

A su edad, Nicholson ha sabido mantenerse bastante bien físicamente y aún conserva cierta imagen de seductor.

Por su parte, Freeman interpreta al lado opuesto del personaje de Nicholson, para lograr un equilibrio en la dinámica de la trama.

Poco ante de comenzar el rodaje, Nicholson debió permanecer internado en el hospital a causa de una intervención, de la que prefirió no dar detalles.

"Normalmente, antes de comenzar una película me tomo tiempo para preparar el personaje. Pero en esta oportunidad no pude hacerlo, aunque mi paso por el hospital ayudó bastante, pero fue muy cansador", comentó el actor en una entrevista reciente con el diario "LA Times".

"Lo más divertido de esta película es que nos la pasamos acostados gran parte del tiempo (en la cama de hospital). A Morgan y a mí, nos gustó mucho esto", dijo el artista con buen sentido del humor.

El director de "Bucket List", Rob Reiner, trabajó en el pasado con Nicholson (en el film "A few good Men") y reconoció que parte del diálogo surgió del propio actor.

"Nunca antes estuve enfermo", dice su personaje, un magnate de la industria hospitalaria que se ve obligado a internarse en uno de sus propios establecimientos.

"Jack nunca estuvo hospitalizado hasta ese momento. Para él fue muy difícil tener que enfrentarse a una situación que está estrechamente ligada a la muerte. Capitalizó esa experiencia y la utilizó para recrear su personaje", explicó el cineasta.

La comedia surge de situaciones reales, comentó el actor. "Normalmente uno se arrepiente de las cosas que no pudo hacer durante su vida y no de las que hizo. Si uno conversa con las enfermeras, ellas te pueden decir quién tiene posibilidades de recuperarse y tiene mucho que ver con la personalidad de cada paciente", dijo.

"Uno tiene que enojarse como lo está el personaje", agregó Nicholson sobre su papel, un hombre muy adinerado pero sin familia o

amigos. "No importa le enfermedad que tenga, está decidido a pelearla. Su personalidad es la un luchador que está dispuesto a hacer todo lo que sea necesario para sobrevivir", añadió.

El personaje de Freeman, Carter, es un mecánico de autos que se enfrenta a una batalla diferente: la de sentirse fracasado, la de renunciar. Además, debe superar sus frustraciones acumuladas durante toda su vida y el hecho de haber sido padre a una edad temprana.

"Por un lado, mi personaje nunca llegó a ser más que un mecánico pero todos sus hijos son profesionales exitosos. Entonces, ¿qué es lo que realmente le da valor a su vida?", señaló Freeman y aclaró que su personaje tampoco tiene intensiones de rendirse ante la enfermedad."Ninguno de los dos tiene intenciones de esperar la muerte acostado en una cama de hospital, con tubos por todo el cuerpo y personas que les dicen lo que tienen que hacer. Es por eso que deciden tomar control de sus vidas y lanzarse a la aventura", explicó.

La película está diseñada para hacer reir a la audiencia, no para hacerla llorar. Este es un territorio que Nicholson ha explorado en el pasado, en películas como "Alguien tiene que ceder" y "Mejor imposible".

Pero mostrar el lado humorístico de lo que todo el mundo teme, la muerte, no es fácil. "La muerte es un tema delicado. Pero como decía un antiguo profesor mío de teatro, ofrece un punto de partida", concluyó.

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